El asno zamorano-leonés, ¿la solución a los ataques de lobo?

La Asociación Nacional de Criadores de la Raza Asnal Zamorana-Leonesa (ASZAL) ha desarrollado durante los dos últimos años un proyecto pionero en España cuyos objetivos prioritarios residen en la conservación de las razas autóctonas y en la defensa de los rebaños ante a las continuas lobadas que sufren las explotaciones de la provincia. El método también podría ser empleado para reducir los ataques de zorro, perros errantes y otros depredadores. 

El asno zamorano-leonés, ¿la solución a los ataques de lobo?
El asno zamorano-leonés, ¿la solución a los ataques de lobo?

Burros para hacer frente a las lobadas. Esa es la principal premisa del ‘Proyecto de protección frente al lobo de rebaños de rumiantes mediante asnos zamorano-leoneses’ ideado por la Asociación Nacional de Criadores de la Raza Asnal Zamorana-Leonesa. 

Sus conclusiones han sido presentadas este miércoles por el diputado de Agricultura y Ganadería, José María Nieto Vaquero; el presidente de (ASZAL), Víctor Casas; el secretario del colectivo, Jesús de Gabriel; y el biólogo Javier Talegón en la Sala de Prensa de la Diputación de Zamora, institución que apoya la novedosa iniciativa. 

Según lamentaba Víctor Casas, “cuantos menos burros quedan, más nos damos cuenta de su importancia”. Así, tras quedar relegadas sus funciones agrícolas y de transporte, desde ASZAL tratan de buscar alternativas al asno zamorano-leonés como productor de leche para la realización de cosméticos, como retén en trabajos forestales, como atractivo turístico y, ahora, como guardián de rebaños.

El novedoso estudio se ha desarrollado en las últimas temporadas en municipios como Bóveda de Toro, Guarrate, El Maderal o Fuentelapeña con cuatro asnos y dos mulos en varias explotaciones de vacuno bravo o vacuno manso en extensivo. 

En palabras de Javier Talegón, se trata de una iniciativa “activa”, “pacífica” y "de menor coste" en la cual prima la protección de los rebaños y permite “compatibilizar” la presencia del lobo con el ganado advirtiendo que “eliminar lobos puede generar efectos no deseados”.

En la misma línea, Jesús de Gabriel ha destacado la convivencia de ganaderos, lobos y burros recalcando que “no hay daño para nadie”. En este sentido, el secretario del colectivo se ha congratulado de que los ataques se hayan reducido “del negro al blanco” pese a que aún haya que “depurar” el método tras detectar varias incidencias puntuales. 

Asimismo, Casas ha señalado que el peso medio de los ejemplares equinos empleados ha rondado los 300 kilogramos y ha señalado que todos estaban castrados para evitar conflictos. Según concluían desde ASZAL, "con los datos disponibles no es posible establecer demasiadas conclusiones referentes a la efectividad de los burros en las explotaciones ganaderas" aunque tal y como defendía su presidente, "el mecanismo de protección sí que sirve ligado a un manejo y a un protocolo de trabajo".

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