La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, ha inaugurado este lunes el Centro de Día de Alzhéimer de Benavente, que supone una apuesta por la atención y los cuidados de las personas que residen en el medio rural. Un centro en el que la Junta de Castilla y León ha invertido para su construcción y equipamiento casi 1,5 millones de euros, más del 70 % del coste total y que cuenta con 64 plazas de las que 53 están ocupadas actualmente. Ofrece programas específicos dirigidos a las familias y cuidadores, basados en el apoyo psicológico, grupos de autoayuda y voluntariado que permite disponer de momentos de respiro o de conciliación. Asimismo, cuenta con distintos servicios de comedor, transporte adaptado, talleres de memoria y promoción de la autonomía personal para retrasar el deterioro cognitivo.
Blanco ha destacado además, la importante labor que realiza en este sentido la Asociación de Familiares y Enfermos de Alzheimer de Benavente y Comarca y en el impulso y gestión de este Centro de Día que cuenta con un total de 15 trabajadores, entre ellos diez técnicos en cuidados auxiliares de enfermería, una psicóloga y un neuropsicólogo.
Para la Junta, la atención a los enfermos de Alzhéimer y otras demencias similares y a sus familias constituye una prioridad. Por ello, en 2018 destinó a este fin 158 millones de euros con el fin de proporcionar también apoyos flexibles, compatibles y adecuados para cada persona con Alzhéimer, adaptados a sus necesidades.
Asimismo, destaca el esfuerzo para incorporar a los afectados al Grado I de dependencia, ya que es fundamental actuar en los primeros estadios de este enfermedad. Además, la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades promueve una amplia red de servicios de proximidad para las personas con Alzhéimer en el ámbito rural: de las casi 27.000 plazas disponibles en residencias y centros de día, el 63 % (16.853) están ubicadas en el medio rural.
El Alzhéimer en cifras
Casi 63.000 personas están afectadas por esta enfermedad en la que la edad sigue siendo el principal factor de riesgo. De hecho, se calcula que el 10,40 % de la población mayor de 65 años podría padecerla en Castilla y León.
Para atender a esas necesidades, en 2017 la Junta de Castilla y León aprobó la Estrategia de prevención de la dependencia y de promoción del envejecimiento activo en Castilla y León, un modelo de atención centrado en la persona, que entre ese año y 2021 destinará a tal fin 1.950 millones de euros, y que aborda la atención integral respetando las preferencias de cada una de ellas, defiende su dignidad y apoya la realización de sus proyectos de vida. La estrategia cuenta también con acciones dirigidas al entorno en el que se desenvuelven las personas dependientes, como el apoyo a las familias y cuidadores, y ha permitido realizar más de 7.000 actividades en colaboración con las Corporaciones Locales y el movimiento asociativo.
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