El acto comenzará a las doce de la mañana con la recepción y presentación por parte del Alcalde. A continuación se proyectará el documental “Beatus”, para posteriormente emitir una semblanza sobre el Profesor Williams y los Beatos a cargo de Fernando Regueras y José M. Ramos Gordón. Tras eso llegará el momento de realiza la entrega del nombramiento como Hijo Adoptivo, la entrega homenaje como Tabarés del Año; y el acto concluirá con unas palabras de su hijo. La jornada finalizará con una visita al Centro de Interpretación del Beato (que ha recibido 9.000 visitas en el último año) y el depósito de las cenizas del profesor.
John W. Williams fue Catedrático Emérito de la Universidad de Pittsburg (EEUU), experto en arte medieval y estudioso de los Beatos. Uno de los mayores eruditos en códices medievales del mundo, fue además Asesor especialista del Museo de Arte Metropolitano, profesor de la Academia Medieval de América y miembro del Instituto de Estudios Avanzados de Princeton N.J. Recientemente, este Ayuntamiento en Pleno de fecha 31 de julio de 2015 declaró hijo adoptivo a título póstumo al profesor Williams, cuyo reconocimiento será entregado a sus hijos en forma de pergamino antes del depósito de sus cenizas en la Iglesia de Santa María, lugar de inspiración para el homenajeado que visitó en varias ocasiones el monumento como fuente de información de sus libros.
De la visita y conferencia del profesor en Tábara en el 2010, surgió la idea de editar un nuevo libro que se tituló: “Tábara y la revolución pictórica del Beato”. Según D. John Williams: “El orgullo y la fama que Tábara adquirió por tener un scriptorium de estas características, se demuestra en el extraordinario retrato que se realizó su autor Emeterius al final del Beato en el año 970. Ningún otro scriptorium recibió un honor semejante por parte de sus escribas”.
El investigador norteamericano añadía que no todos los monasterios tenían un monje o los recursos para realizar códices tan elaborados como el de Tábara, y por eso también se reafirmaba en que el Beato Morgan se iluminó en el monasterio de Tábara y no en San Miguel de la Escalada como se venía creyendo hasta ahora, mostrando su extrañeza ante la importancia que algunos dan a este detalle: “No hay evidencia alguna que demuestre que Escalada tenía Sriptorium, puesto que ningún otro manuscrito puede asignarse a este monasterio”.
En el reverso del folio cerrando con una omega acompañada de un texto, dice Emeterius, el miniaturista, que él se encargó de terminar la obra que Magius al morir había dejado inconclusa. También nos dice Emeterius que su maestro Magius fue enterrado en la torre tabarense alta y de piedra.
La torre tabarense es sin duda una de las imágenes más famosas del arte prerrománico hispano.
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