Desde el corazón a las calles a través del objetivo de una cámara: la iniciativa en este pueblo zamorano para mantener viva su historia

Como si fuera un viaje en el tiempo, un abrazo a los recuerdos pasados. Emociona echar la vista atrás y que en la mente se recreen esos momentos felices vividos. Una infancia en la escuela, una juventud de ‘desenfreno’ o un momento trágico que conmocionó al pueblo. Instanets que permanecen en la memoria, pero que, en ocasiones, se olvidan. Para que estos instantes permanezcan intactos, Castroverde de Campos rinde homenaje a su gente luciendo fotografías del pasado en cada rincón de sus calles.

Se trata de instantáneas impresas en gran formato (un metro de largo y 75 centímetros de ancho) que exponen con detalle la procesión del año 1900, instantáneas escolares de 1926, 1950 y 1960, las procesiones que se celebraron en el municipio hace 70 años, los eventos taurinos o la riada que anegó parte del pueblo en 1962. Todas estas fotografías se encuentran ubicadas en los lugares en los que acontecieron.

Recuerdos que se transfieren de abuelos a nietos 

Esta memoria viva, que ha permitido a los poco más de 250 habitantes del pueblo contar el legado histórico a sus hijos y nietos, ha sido posible gracias a la labor de la Asociación de Castrum Viride. El nacimiento de esta bonita iniciativa comenzó en 2016 con una exposición fotográfica impulsada por Sarvelio Villar, el presidente de esta asociación con más de 40 años de trayectoria. “Hicimos una exposición que comprendía desde 1900 hasta 1980. La calidad no era muy buena porque una foto pequeña al convertirla en grande pierde”, apunta Sarvelio, impulsor y artífice de esta propuesta que fue cogiendo forma.

Aquella muestra estaba organizada en 12 secciones temáticas que abarcaban desde patrimonio hasta escenarios rurales. La muestra expuso fotografías de aquellos jóvenes castroverdenses que tuvieron que hacer el servicio militar obligatorio, fotos del campo y las eras, instantáneas en el bar, etc.

Esa exposición fue la semilla de lo que vendría después. La pandemia llegó y Sarvelio encontró la oportunidad de ir más allá. “Mandamos a hacer unas fotos impresas en Madrid, que son las que están en lona, no me acuerdo qué me costaron. El caso es que las pusimos realmente en el año 21”, apunta Villar, quien decidió entonces colocar las fotografías por el pueblo. “Pusimos nueve fotos pensando, bueno, a ver lo que duran. Si las hacen algo, si no las hacen algo, si las pintan o no las pintan, pero no se tocó ni una foto”, comenta.

La Asociación Castrum Viride 

El material fotográfico fue creciendo y ahora Castroverde de Campos goza de una amplia exposición fotográfica en sus calles. Todo este trabajo ha sido gracias a la financiación de la Asociación Castrum Viride, quien asumió el presupuesto de la creativa iniciativa.

Entonces, Sarvelio recuerda que detrás de cada instantánea hay una historia. “Hay una de 1926 que todos son niñas. Y me la mandó una señora de Cuba que estuvo ahí su madre en la escuela en el año 26, antes de ir mi madre a la escuela”, sostiene. La fotografía más antigua data del año 1900. “Es de una procesión”, apostilla.

 

 

Nuevas iniciativas que cogen forma

Y por supuesto, Sarvelio Villar ya tiene nuevas ideas para llevar a cabo. La primera de ellas, elaborar un libro fotográfico de Castroverde de Campos. “Para que todas las familias puedan aparecer. Yo las escaneo, se las devuelvo a los dueños y lo tengo ahí archivado”, apunta. También crear una lona temática dedicada a las escuelas. “Pensaba hacerla, pero no sé si lo conseguiré o no. Era hacer una lona muy grande en la que pusiese fotos típicas de la escuela con el mapa”, afirma.

Es inevitable que invada la nostalgia al observar estas instantáneas que recuerdan los momentos de un pueblo que lució juventud. Castroverde de Campos es uno de los municipios zamoranos víctimas de la pérdida de población que tanto asola la provincia. Es por ello que estas iniciativas son tan importantes. Transmitir las vivencias de abuelos a nietos con solo observar.