Controlados o estabilizados los aumentos de caudal de los ríos menores y los arroyos de la provincia, la preocupación se centra ahora en manejar las consecuentes crecidas del Tera, el Esla y el Órbigo, que transitan por la provincia con más agua de la habitual y que seguirán aumentando su volumen a medida que pasen las horas.

En ese sentido, el responsable de Protección Civil de la Junta de Castilla y León, Manuel Teso, ha señalado esta mañana que esperan controlar la situación, una vez se han detenido "las lluvias generalizadas y persistentes" que han condicionado el tránsito por algunas zonas de la provincia durante este fin de semana.

A pesar de todo, Teso ha llamado a la precaución, principalmente por la situación del Órbigo: "Esperamos que sólo provoque inundaciones en tierras de labor", ha explicado el responsable de Protección Civil, que no prevé "grandes problemas" con el Esla y que ha apuntado a un control inminente del Tera, que sí ha generado inquietud en la zona de Mózar o Tamaral, al anegar tierras, calzadas y calles.

En cuanto a las carreteras de la provincia, la tendencia a la normalidad es la nota predominante. Las balsas de agua se mantienen en algunos puntos, pero a las once de la mañana apenas se hallaban cortados un tramo de la vía hacia Mózar, una zona entre el Lago de Sanabria y Ribadelago y el acceso a la Laguna de Peces desde San Martín de Castañeda, aunque en este caso por causa de la nieve.

De este modo, y ante la previsión de estabilidad meteorológica sin precipitaciones, "al menos durante los próximos siete días", las inundaciones y las riadas de la provincia parecen controladas, a expensas de lo que pueda ocurrir en Sanabria, donde sí se espera lluvia y nieve hasta el jueves.

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