El colectivo ‘El Huerto del Pozo’ y Criosanabria han emprendido una nueva campaña, y ya van catorce primaveras, solicitando a particulares y distintas administraciones públicas, como ayuntamientos, diputaciones y comunidades autónomas, así como particulares, la prohibición del uso de herbicidas en parques, zonas ajardinadas, murallas, cauces y cunetas de carreteras del municipio.
La campaña consta también de la edición de un tríptico informativo realizado por otras organizaciones que promueven el respeto social y ambiental con el objetivo de sensibilizar a la sociedad frente a los impactos negativos de su uso, también en agricultura.
La UE, mediante la Directiva marco para un uso sostenible de los plaguicidas, insta a las distintas administraciones a que velen porque se prohíba el uso de plaguicidas diversas zonas específicas, entre ellas las siguientes: a lo largo de las carreteras, en los espacios utilizados por el público en general, o por grupos vulnerables, como los parques, jardines públicos, campos de deportes y áreas de recreo, recintos escolares y campos de juego y los espacios cercanos a los centros de asistencia sanitaria”.
Los herbicidas son, además, adsorbidos fuertemente por el suelo y es muy soluble en agua, lo que aumenta su peligrosidad.