El lastre económico que arrastra el grupo empresarial ha llevado a la dirección a plantear, a los comités, un plan de competitividad con el que se quiere aunar unos criterios laborales para las cuatro fábricas que tiene en Castilla y León, pero reduciendo sobremanera los derechos económicos y sociales conseguidos hasta ahora, con una importante disminución de las retribuciones, queriendo suprimir complementos como antigüedad, noches, festivos, o fines de semana, que pueden restar una cantidad económica cercana al Salario Mínimo Interprofesional.
La protesta, convocada por los comités de empresa de las plantas que este grupo tiene en la Comunidad -dos en Venta de Baños y una en Aguilar de Campoo, las tres en la provincia de Palencia, además de la de Toro- vuelve hacer visible el malestar y rechazo a la propuesta de negociación de la dirección, que pretende imponer un nuevo convenio laboral común para todos.
La idea de la empresa Cerealto-Siro, que cuenta con unos 1.500 empleados en Castilla y León (unos 330 en Toro), no parece otra que la de hacerse “atractiva” a posibles nuevos socios, queriendo mostrar costes de producción más baratos, “aunque sea castigando a los trabajadores”. Por, ello CSIF insta a la empresa a buscar un acuerdo razonable, y le reclama más información y transparencia, para terminar con la incertidumbre, que no beneficia a nadie, “tampoco a la empresa”.
CSIF explica que las condiciones que pretende Cerealto-Siro son “inviables”, pues los diferentes convenios colectivos negociados existentes, “es el resultado de años de negociación y de esfuerzo de unos trabajadores que han estado a la altura, que han sabido responder a las exigencias de la empresa. Unos pactos que no se pueden tirar por la borda, sin más. La empresa tiene que buscar y encontrar otras salidas y soluciones”.
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