Este colectivo diseñado por la Junta de Castilla y León como un cuerpo de élite para la lucha integral contra los incendios forestales dentro del operativo de prevención y extinción, “se encuentra en unas instalaciones sin agua potable, sin salidas o planes de emergencia adecuados, con un mobiliario obsoleto, sin lugares adecuados para la realización de formación teórica, así como vestuarios y duchas insuficientes”, aseguran.
Esta precariedad se ve agravada por la gran estacionalidad de estas brigadas. Pertenecen a empresas privadas y no se subroga a los trabajadores y trabajadoras al cambiar las empresas que ganan las licitaciones de la Junta. “La inseguridad laboral se ha visto reflejada en los últimos días al conocerse el despido en la ELIF de Rosinos de la Requejada de un representante sindical por reclamar un plus de transporte de tres euros que está reconocido en el propio convenio colectivo”, recuerdan desde Podemos.
Por último, la formación morada zanja diciendo: “Todas estas circunstancias son un ejemplo más de la precariedad laboral del operativo de prevención y extinción de incendios en nuestra Comunidad Autónoma y la incapacidad de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de ofrecer estabilidad laboral y adecuarlo a las necesidades de Castilla y León”.