Camarzana de Tera volvió a vivir en la tarde de este sábado una de las jornadas más simpáticas y con miradas de altura de la localidad. Se trataba del Encuentro de Gigantes y Cabezudos que en su XII edición resultó ser el más caluroso que se conoce. El termómetro marcaba 36 grados, a poco de superarse las siete y media de la tarde, y se iniciaba ya el desfile de figuras.
Previamente, en el patio del colegio «el Tera» se había organizado la muestra de gigantes y gigantones y cabezudos, aunque los participantes procuraban resguardarse de los apretados rayos de sol en las zonas sombrías. Pero la comitiva tenía que dar comienzo por el cumplimiento del horario en el permiso de Tráfico para cortar la travesía por donde debía discurrir el desfile. De eso se encargaron agentes de la Guardia Civil con sus respectivos coches patrulla cortando la circulación rodada.
Ya en la calle, la comitiva multicolor se hacía de rogar ante el numeroso público expectante en las aceras. El paso lento servía para mostrar la complicidad entre las figuras y el gentío llegado desde muchas localidades de la comarca.
La organización, a cargo de la asociación amigos de los gigantes y cabezudos de Camarzana, logró una ordenada disposición tanto en el desfile como en el avituallamiento de botellas de agua para el refresco de la nutrida comitiva, sobre todo de los portadores de los gigantes y cabezudos. El recorrido tomaba un receso en el aparcamiento de la gasolinera y del hotel para retomar la marcha de regreso hasta el patio del colegio.
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