Desmienten las acusaciones vertidas por el Ayuntamiento de Benavente hacia la coordinadora del Punto Violeta
Resaltan que “es necesario rectificar no sólo respecto de los supuestos pagos indebidos sino respecto del trabajo desarrollado por el Punto Violeta
El pasado 26 de junio, el Ayuntamiento de Benavente, tras ofrecer los datos de los casos de violencia de género, manifestaba: “El Punto Violeta no volverá a utilizarse para pagar cafés o sueldos encubiertos, como ha sucedido durante los últimos años, en los que se ha llegado a pagar a una persona 2.000 euros por coordinar el Punto Violeta durante las fiestas del Toro”.
Una acusación que desde el despacho de abogados de la afectada han querido desmentir, señalando que la afectada, coordinadora contratada para el Punto Violeta Municipal “es una profesional especializada (trabajadora social, socióloga y doctora especializada en violencia de género y violencia sexual, con más de veinte años trabajando con diferentes administraciones públicas como consultora y como profesora en la Universidad Complutense de Madrid)”.
Además, aclaran que la afectada “cobró por parte del Consistorio la cantidad de 2.000 euros vinculado al trabajo realizado como coordinadora del Punto Violeta que ha contemplado el diseño de materiales, la formación y coordinación de equipos, el acompañamiento a víctimas durante el punto y a cualquier hora de la noche y del día y la elaboración de informes”.
Inciden en que la afectada “es consultora autónoma, trabajo que compagina con su puesto como profesora asociada en la Universidad Complutense de Madrid que le permite compatibilidad para trabajos de consultoría y ha facturado por su trabajo en el Punto Violeta de manera legal por los trabajos contratados expuestos en el párrafo anterior.
Respecto a los supuestos cafés que se señalan “con mala fe según manifestaciones de alguna persona del Consistorio, tal y como se recoge en los informes presentados, el Punto Violeta contaba con un equipo de cerca de 40 personas voluntarias en turnos rotativos desde las 8 de la tarde hasta las 8 de la mañana en la primera edición (2019) y segunda edición (2022), y desde las 8 de la tarde hasta las 1 de la madrugada en la última edición (2023), tal y como consta en los informes presentados. En los años 2020 y 2021 por la crisis de la Covid no se desarrollaron acciones”.
Continúan incidiendo en que “en las dos primeras ediciones los equipos de personas voluntarias en el punto acumularon un cómputo de 60 horas semanales en actividades de información, sensibilización y atención en el Punto Violeta. A lo largo de 12 horas diarias los equipos disponían de agua en una cámara frigorífica puesta por el Ayuntamiento, una cafetera para cafés aportada por una de las personas voluntarias, merienda y cena que consistía en bocadillos o raciones. El personal voluntario no ha recibido ninguna remuneración tal y como establece la Ley de Voluntariado”.
Por todo ello, desde el despacho de abogados de la afectada resaltan que “es necesario rectificar no sólo respecto de los supuestos pagos indebidos sino respecto del trabajo desarrollado por el Punto Violeta, tal y como aquí se detalla: el Punto Violeta es una herramienta pública regulada y no utilizada para lo que se señala. Se trata de una herramienta de información, prevención y sensibilización contra las violencias machistas, recogido por las políticas públicas de nuestro país y puestos en marcha en toda España a nivel municipal por ayuntamientos de diferente ideología, asignados a profesionales a través de contratos menores o licitaciones públicas que oscilan entre los 12 mil euros a los 30 mil euros para cubrir periodos estivales, festivos, conciertos”.
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