Manifestación sin precedentes la que se vivía este domingo en las calles de Benavente. El alcalde de la ciudad, Luciano Huerga, trataba de enardecer a las masas horas antes, preguntándose dónde estaba toda la población que disfrutaba cada año con la festividad de La Veguilla y del Toro Enmaromado. Jóvenes y mayores recogieron el guante lanzado por Huerga y sacaron el músculo que tiene una tierra como Benavente y su comarca.
En torno a diez mil personal (hay que recordar que esta localidad cuenta con unos veinte mil vecinos censados) salieron a la calle. Todos los agentes sociales habían advertido de la importancia de que el movimiento fuese muy secundado para hacer presión ante la Consejería de Sanidad. Y se cumplió.
Miles de ciudadanos anónimos se unieron a la lucha junto a sindicatos, partidos políticos de todos los colores y representantes de las instituciones quisieron mostrar su malestar con lo que entienden como un maltrato a los servicios básicos en materia de Sanidad que sufre Benavente y su comarca. El grito fue unánime y la petición clara: “Somos personas, somos profesionales. Respeto y dignidad para nuestro trabajo y los pacientes. ¡No al cierre de la primera planta!”.
Todo comenzó hace más de una semana cuando se conocía que la Gerencia de Salud tenía previsto cerrar la primera planta del Hospital Comarcal de Benavente de manera inminente. Desde ese momento, y de forma diaria, se han ido produciendo concentraciones a la puerta del Hospital. Unas concentraciones que han culminado este domingo con una gran manifestación que contó con un respaldo masivo.
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