Ecologistas alertan: la planta de biometano en Villardondiego amenaza el Duero, el aire y la agricultura de la zona

La organización Ecologistas Zamora ha trasladado a la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) su preocupación por los riesgos medioambientales que implicaría la construcción de una planta de generación de biometano en una parcela colindante con el arroyo Adalia, afluente del Duero, y situada a menos de cuatro kilómetros de Toro.

Los ecologistas alertan de que esta ubicación es especialmente sensible debido a su orografía llana y propensa a inundaciones, y a la cercanía del cauce, que en los últimos años ha protagonizado varias crecidas que han invadido parcelas agrícolas y cortado la carretera Toro–Pozoantiguo.

En caso de lluvias intensas o fenómenos extremos —cada vez más comunes en el contexto del cambio climático—, el arroyo Adalia podría desbordarse y alcanzar el polígono industrial, con el consiguiente riesgo de que materiales tóxicos o lixiviados lleguen a los suelos agrícolas o al río Duero.

Riesgos para la agricultura y la salud pública

Además de los posibles vertidos al agua, Ecologistas Zamora advierte del impacto que tendría la planta sobre la agricultura de la zona. Los vientos dominantes, de oeste a este, transportarían olores y contaminantes volátiles hasta las parcelas de cultivo, especialmente de cereal, que podrían quedar contaminadas y perder valor comercial.

La calidad del aire también se vería comprometida por las emisiones que generaría la planta, lo que supondría una amenaza directa a la salud de los habitantes de Villardondiego, Villavendimio, Morales de Toro, Pozoantiguo, Abezames, Pinilla de Toro, Vezdemarbán, Matilla la Seca, Tagarabuena, Villalonso y la propia ciudad de Toro.

Movilización ciudadana

Como respuesta, Ecologistas Zamora instalará una mesa informativa y de recogida de firmas y alegaciones este viernes 8 y sábado 9 de agosto, junto al Arco del Reloj de Toro, entre las 11:00 y las 14:00 horas. El objetivo es animar a la ciudadanía a mostrar su rechazo al proyecto antes del cierre del plazo de alegaciones, que finaliza el lunes 11 de agosto.

Desde la organización insisten en que “no se puede permitir que un proyecto industrial de estas características se implante en un entorno tan vulnerable y con consecuencias potencialmente devastadoras para el medioambiente y la salud pública”.