Ecos que resonarán siempre en un Valle que está muy 'Vivo': "Si es el último que hacemos, vamos a hacerlo bien"

Hace ya más de un lustro nació una idea en el seno de un grupo de compañeros de la localidad zamorana de Santibáñez de Vidriales. Una idea para poner su pueblo en el mapa y mantener la vida al máximo durante la época estival y luchar contra la despoblación a través de un lenguaje universal como es la música. Así, nacía el Valle Vivo Fest, un festival autogestionado y gratuito para unir a los vecinos bajo el cálido amparo de las noches de agosto y el ambiente que solo la música es capaz de generar.

Tras cinco exitosas ediciones, incluso con la pandemia por medio, ya que la Asociación Valle Vivo, organizadora del festival, no se ha detenido en ningún momento, el festival dirá adiós después de la edición de este 2025. Desde la Asociación han decidido dar un paso a un lado, tomarse un respiro y "repensar algunas cosas". En este sentido, apuntan a Zamora24horas que "al final es mucho más sacrificio del que parece". "Es mucho más trabajo que un fin de semana", manifiestan y añaden que "dedicamos mucho tiempo a la organización, las contrataciones, el sonido..., y necesitamos parar". 

"Cuando el festival no supone una motivación y pasa a ser una carga se pierde un poco la ilusión por organizarlo", aseguran. "Son muchos años dedicando tiempo personal, de vacaciones, a hacer eventos en el pueblo, que no solo es el festival, y necesitas parar, necesitas disfrutar y ahora no estamos disfrutando como deberíamos", lamentan. 

Ni que decir tiene que organizar un festival como el Valle Vivo requiere de una financiación. "La gente no se puede imaginar la cantidad de dinero que de manera individual también metemos, aunque hagamos eventos para autofinanciarlo", confiesan. "Ni tenemos ni queremos tener ningún beneficio económico, pero al final también estamos invirtiendo nuestro tiempo y nuestro dinero", matizan e insisten en que "no puede ser una carga, tiene que ser algo para disfrutar".

Si bien desde la organización consideran que la labor realizada está lejos de haber sido ingrata, sí que han optado por dar ese paso a un lado "también para no tensar, porque somos un grupo de amigos y si no estamos motivados se puede llegar a tensar la relación y no tiene sentido". "Estamos superagradecidos a toda la gente que ha colaborado con nosotros y desde el principio nos ha apoyado, pero sí que es verdad que a veces te queda un sabor agridulce", apostillan.

Y ese apoyo, además este año, se convertirá en algo eminentemente material, concretamente, en sentido pecuniario a través de un crowdfunding. "Este año necesitamos un nuevo escenario y un nuevo equipo de sonido, y necesitamos poder financiar ese gasto", explican. Aseguran, a este respecto, que "sin haberlo movido mucho", han logrado recaudar un total de 600 euros, pero advierten que "tenemos que llegar a un mínimo de tres mil euros para que el proyecto sea viable". Esa inversión, además, viene motivada también por la ilusión que da el hecho de despedirse por todo lo alto. "Ya que es una edición de parón, queremos hacerlo un poco a lo grande y hemos invertido en algunas bandas que tienen algo más de renombre", manifiestan. "Si es el último que vamos a hacer, vamos a hacerlo bien". 

Para la edición de este año, el Valle Vivo Fest contará con las actuaciones de Catalina Grande Piñón Pequeño, Kamikazes, Periferia, Entretiempo, Afónica Naranjo, Oktopussy, Discoenjoy, Los 4 Gatos y Fissure. Con un objetivo que dan por cumplido, el de luchar contra la despoblación a través de la música y poner Santibáñez de Vidriales en el mapa, desde la Asociación Valle Vivo han querido "invitar a la gente a que se autoorganice y autogestione sus propios eventos, porque es algo muy bonito".

No obstante, sí que abren la puerta a futuras ediciones asegurando que "tenemos que reconectarnos con nosotros y, si en un futuro se hace, volver a cogerlo con más ganas". Si bien confirman que "lo que es seguro es que el año que viene no habrá Valle Vivo Fest", apuntan que "la asociación no desaparecerá, seguiremos haciendo actividades durante el resto del año". Haya o no futuras ediciones del Valle Vivo Fest, en Satibáñez de Vidriales muchas serán las noches de remembranza de tantas historias que solo en un festival pueden darse, con los ecos de la música resonando en los corazones de quienes formaron parte de un proyecto que no nació sino como un catalizador de la lucha contra el enemigo invisible del paso del tiempo y el abandono en el que poco a poco va cayendo la Zamora rural. No obstante, pueblos como Santibáñez y asociaciones como Valle Vivo no se resignan y siguen y seguirán luchando y remando a contracorriente para dar los pueblos zamoranos la vida que merecen.