Los embalses de la cuenca gestionados por la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) finalizan el año 2023 en el 59 por ciento de su capacidad, con un volumen de agua embalsada de 1.683,9 hectómetros cúbicos, un valor que supone cuatro puntos porcentuales por encima de la media de la década (55,5 por ciento) y 8 puntos más que hace un año, cuando los embalses se situaban al 51,2 por ciento.
Esta situación se produce gracias a las abundantes precipitaciones registradas al inicio del año hidrológico, de forma especialmente intensa en el oeste de la cuenca. Las lluvias de los meses de octubre y noviembre permitieron aumentar considerablemente los niveles de reserva en todos los embalses de la cuenca, destacando en la actualidad varios sistemas de explotación por el buen estado de los mismos.
En esa posición muy favorable se encuentran los sistemas Tuerto, Arlanzón, Alto Duero y Tormes. En concreto, el embalse de Villameca (Tuerto) (al 74,8 por ciento) se encuentra con el doble de reservas en comparación con lo habitual para estas fechas y con el valor del año pasado, los embalses del Arlanzón y el embalse de Cuerda del Pozo (Alto Duero) se acercan al 78 por ciento de su capacidad, valor muy por encima del habitual para este momento del año hidrológico (en torno al 60% en los últimos 10 años).
Por su parte, Santa Teresa (Tormes) (al 75,3 por ciento) también se encuentra con unos 50 hectómetros cúbicos más almacenados de lo correspondiente a los valores medios.
También presentan unos niveles de reserva superiores a los habituales para estas fechas y a los del año pasado los embalses de Barrios de Luna (Órbigo) (54,4 por ciento), Camporredondo y Compuerto (Carrión) (74,1 por ciento) y Linares del Arroyo (Riaza) (64 por ciento).
Los sistemas Adaja y Águeda presentan también una tendencia positiva, encontrándose al 64,8 por ciento y al 65,6 por ciento respectivamente. Si bien suponen registros inferiores a los de hace un año, son valores situados claramente por encima de los valores medios.
La importante pluviosidad del otoño permitió un inicio en la recuperación de los niveles muy relevante en los sistemas Pisuerga y Esla, que ha llevado a sus embalses a valores de reserva que mejoran los existentes hace un año, aunque no permiten situarse por encima de los valores medios.
Para que esto suceda, es necesario que el invierno ya iniciado traiga importantes aportaciones en forma de nieve a nuestras cumbres. En concreto, el sistema Esla se encuentra al 48 por ciento y el sistema Pisuerga al 33,9 por ciento.
Esta situación favorable de las reservas líquidas ha de tomarse con cautela, puesto que en la actualidad la reserva de nieve en las cuencas de aportación a los embalses de titularidad estatal es prácticamente nula, encontrándose muy por debajo de lo previsible para esta época del año.
Por tanto, la evolución meteorológica de los próximos meses determinará, como es habitual, el desarrollo de la próxima campaña de riego, siendo necesaria la aparición de precipitaciones en forma líquida y sólida durante el invierno.
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