Enrique Crespo: “Todas las personas que visitan Zamora, siempre repiten”

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 Enrique Crespo: “Todas las personas que visitan Zamora, siempre repiten”
Enrique Crespo: “Todas las personas que visitan Zamora, siempre repiten”

¿Cómo encajó la noticia de que iba a recibir un galardón “Tierras de Zamora”?
Me sorprendió muy agradablemente porque para un zamorano que vive fuera de su tierra natal creo que es el mayor honor que te pueden conceder. En definitiva, honrado, sorprendido y emocionado.

¿Cómo se enteró?
Me llamaron de la Diputación cuando estaba a punto de entrar a quirófano. Me dijeron que me iban a pasar a la presidenta y fue ella quien me lo comunicó. Me dijo que había oído hablar de mi pero que no me conocía personalmente, y que les daba una satisfacción enorme darme el premio. Cuando me dieron la noticia estaba en el antequirófano. Casi se me saltan las lágrimas de la emoción porque es un orgullo enorme. Pocas veces me había emocionado.

¿Por qué deciden trasladarse a Madrid?
Por motivos de trabajo, mi padre decidió trasladarse a Madrid. Mi padre era cirujano traumatólogo y quería seguir creciendo profesionalmente, entonces entendió que Madrid era el mejor sitio para ello. Además, también con el paso del tiempo nos reconoció que también lo hizo para que sus hijos tuvieran más facilidades a la hora de estudiar una carrera, ya que hace 35 años a la gente de provincias le costaba entrar en la Universidad.

¿Se siente zamorano?
Por supuesto. Mi padre nos inculcó desde pequeños el amor por Zamora. De hecho, en mi juventud me pasaba la mitad del año en Zamora entre las vacaciones, las fiestas de Navidad y de Semana Santa. Yo tengo mi vida en Madrid porque formé una familia con mi mujer y mi hija y he conseguido que ellas también tengan a Zamora como su casa. No obstante me gusta venir mucho a Zamora porque guardo a los amigos de la infancia y porque volver a mi casa de verdad, que está en la Rúa de los Francos, me ayuda a desconectar. Y ahora es más sencillo con la autovía y dentro de nada con el AVE. En Zamora descanso mucho y valoro mucho el salir por la calle y conocer y saludar a casi toda la gente por la calle.

¿Cómo hace ‘zamoranismo’ en Madrid?
A mí me encanta presumir de Zamora y por eso siempre que hablo con amigos les hablo con satisfacción del románico, de la Semana Santa y de los rincones maravillosos que tiene la provincia de Zamora. Siempre que puedo organizo congresos de cirugía taurina en Zamora para obligar a los colegas de profesión a que vengan. Y siempre recomiendo a las personas que están en mi entorno que visiten esta provincia. Una provincia que tengo claro que es donde está mi tumba. Porque mi tumba está en Zamora y no en Madrid.

¿Ha notado más ‘fama’ desde que tuvo que operar hace unas semanas a ‘Paquirri’ de una grave cornada en la Plaza de Toros de Huesca?
Sí, este año he tenido mala suerte. Y hablo de mala suerte porque una cornada a un torero supone tener mala suerte se mire por donde se mire. Pero sí, estuve en Huesca cuando cornearon a ‘Paquirri’ y le reventó la tripa. Pero curiosamente, hace unos días hablaba con Manolo Molés y le decía que no había sido la cornada más grave de la temporada que he tenido que operar. De hecho, fue más grave una cornada de un chico en el Carnaval del Toro en Ciudad Rodrigo y hace poco otra cornada grave en el cuello en los encierros de Alcalá de Henares. El de Ciudad Rodrigo era un corredor americano y su operación trascendió en su país, lo que me dio también cierta relevancia convirtiéndome en ‘trending topic’ en twitter y saliendo en canales como la CNN.

¿Y cómo fue lo de ‘Paquirri’?
Pues como todo, esto tiene la doble lectura. Si logras que la operación salga bien, pues todo son parabienes; pero imagina que sale mal… En el caso de ‘Paquirri’ la situación era complicada, porque la imagen era difícil de digerir. Cuanto entra el torero con las tripas fuera hay que tener sangre fría y transmitir serenidad a todo el equipo para que todo vaya por los cauces correctos.

¿Cómo se ve Zamora desde la distancia?
Creo que a Zamora le cambió las Edades del Hombre. A raíz de ahí mucha más gente conoció Zamora y todas sus cosas buenas. En los últimos tiempos las comunicaciones también han mejorado mucho y eso es clave también. Es verdad que yo no puedo ser imparcial pero lo que sí sé es que todas las personas que visitan Zamora, siempre repiten. La capital es una ciudad bonita, pequeña y si viene de una capital grande te causa una grata sensación. Para muchos es la gran desconocida. Yo siempre les aconsejo que aunque algún año tienen que conocer la Semana Santa, que no acudan ni en esas fechas, ni en San Pedro. Siempre invito a los amigos a que acudan en otoño y primavera, porque el invierno en Zamora es duro (sonríe).

¿Y qué le falta a Zamora?
Pues es una pregunta complicada. Por lo que yo conozco, creo que le falta por ejemplo un campo de golf. Parece una tontería pero de unos años para esta parte se lleva mucho un turismo de fin de semana en el que es importante poner a disposición del visitante esta forma de ocio. Y por ejemplo, creo que está poco explotado el tema de la caza. La Sierra de la Culebra con los corzos o los lobos es de un atractivo enorme; es el paraíso de la caza mayor para los que les gusta la caza, y ese turismo también suele dejar mucho dinero. Y por último, lo que decía antes, hay que potenciar el turismo fuera de las fechas habituales. Porque Zamora ya se llena en Semana Santa e incluso en San Pedro. Hay que promover que Zamora se llene también en otras épocas del año.

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