El 86% de los objetivos generales planteados en el III Plan de Salud de Castilla y León 2008-2012 “se ha conseguido”, según los datos de evaluación presentados recientemente por el consejero de Sanidad, Antonio María Sáez.

En el III Plan de Salud se plantearon 52 objetivos generales, de los que se han conseguido totalmente 28 y 15 de forma parcial, es decir, el 86%. Además, se seleccionaron 16 problemas considerados como áreas prioritarias de intervención, cada una de las cuales incluía medidas que van desde la promoción de la salud hasta la atención en los servicios asistenciales.

Los 16 problemas analizados fueron cardiopatía isquémica, insuficiencia cardíaca, enfermedad cerebrovascular, cáncer de mama, cáncer de pulmón, tráquea y bronquios; cáncer colo-rectal, diabetes, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), depresión, dolor osteoarticular, sepsis e infección nosocomial, dependencia asociada a la enfermedad, accidentes de tráfico, salud laboral, seguridad alimentaria y sanidad ambiental. Además, de forma separada, se han analizado los factores de riesgo asociados como hipertensión, obesidad, tabaquismo, alcoholismo, sedentarismo e hipercolesterolemia, según informan a zamora24horas fuentes de la Administración autonómica.

A través de esta evaluación, se ha constatado que las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la primera causa de muerte entre las mujeres de Castilla y León y la segunda en los hombres, por detrás de los tumores, que la diabetes mellitus ha disminuido en hombres y ha aumentado en mujeres, debido al envejecimiento de la población y a la obesidad, y que las enfermedades respiratorias suponen la tercera causa de muerte entre la población de Castila y León.

Cardiopatía isquémica

Entre el análisis de las enfermedades cardiovasculares, uno de los mejores resultados se ha obtenido en cardiopatía isquémica (síndrome coronario agudo), donde se ha logrado modificar la tendencia ascendente de su incidencia y se ha estabilizado su mortalidad en menores de 65 años.

Lo fundamental para su tratamiento son los tiempos y la calidad en la atención pero, además, es básica la prevención. La tasa de hospitalización ha sido descendente en los últimos años y se ha pasado de 149,8 ingresos por cada 100.000 habitantes en 2007 a 133,3 en 2012.

Asimismo, la tasa de mortalidad se sitúa por debajo de los valores de referencia nacional, pasando de 42,14 por 100.000 habitantes a 37,97.

En otras dolencias de alta incidencia entre la población, como la insuficiencia cardíaca o la enfermedad cerebrovascular, los índices de mortalidad también han descendido y además se han establecido protocolos para su mejor atención: en el caso de la insuficiencia cardiaca, se ha elaborado una guía clínica y se ha establecido un proceso asistencial integrado; además, se han creado unidades especializadas en los hospitales de Burgos, León, Palencia, Salamanca y los dos hospitales de la ciudad de Valladolid.

Mientras, en el caso de la enfermedad cerebrovascular se han puesto en marcha unidades de ictus en diversos centros y, además, en el Hospital Clínico Universitario de Valladolid ha comenzado el proyecto Teleictus para facilitar las consultas por videoconferencia con el Complejo Asistencial de Palencia y con el Hospital de Medina del Campo. Asimismo, la colaboración entre los recursos de emergencias y los equipos de ictus hospitalarios han permitido la aplicación del ‘Código ictus’. También se ha pilotado el proceso ‘Atención al accidente cerebrovascular agudo’ y se ha establecido el plan de cuidados de alta en todos los centros hospitalarios.

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