Moraleja del Vino volvió a celebrar la Fiesta de la Vendimia más de una década después. Y es que después de muchos años sin que hubiese actividades en torno a esta actividad tan arraigada en la zona, la nueva corporación ha vuelto a implantarla en el calendario de fiestas. Una situación agradecida por los vecinos como demuestran los cientos de zamoranos que participaron en todas las actividades programadas.

En primer lugar se volvió al origen de la fiesta con la ilustración del pisado de la uva al estilo más tradicional. La transmisión de cultura es básica cuando se habla de tradiciones y los más pequeños comprobaron cómo sus antepasados sacaban el jugo de este fruto que da lugar a grandes vinos. Ese mostro obtenido fue posteriormente ofrecido a los presentes en una degustación que contó con mucha participación.

Ya por la tarde, la cata no fue de ese mosto, sino de vinos de la zona. A la par, la Plaza Mayor se convertía en un zoco en el que se compraban y vendían productos artesanales que contó con la animación de los gigantes y cabezudos de Corrales. La jornada terminó con una degustación multitudinaria de ternera alistana asada al espeto en el bar Moralvi.

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