Fitecu: Tecnología al cuidado de los cuidadores

Fitecu asiste a la presentación de un prototipo de exoesqueleto que ayuda a los cuidadores a cargar con peso para reducir lesiones y observa en vivo el proyecto de Viviendas en Red, que también permite atender las necesidades de quienes cuidan

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Ponencia en FITECU. José Luis Leal. ICAL
Ponencia en FITECU. José Luis Leal. ICAL

Durante muchos años, el sector de los cuidados se ha centrado en mejorar la calidad de vida de las personas mayores o con discapacidad a través de la asistencia personal y, más recientemente, con el apoyo de las nuevas tecnologías. Sin embargo, y como se está poniendo de manifiesto tanto en las conferencias como en las mesas de reflexión de la primera Feria Internacional de Innovación y Tecnología al Servicio de los Cuidados (Fitecu), los cuidadores también necesitan de apoyos debido a la carga física y psicológica de su labor, que les mantiene en alerta, en ocasiones, durante 24 horas al día y siete días a la semana.

Para eliminar ambas cargas, la cita organizada por la Junta y el clúster SIVI en la localidad zamorana de Villardeciervos asistió entre ayer y hoy a dos iniciativas centradas en disminuir la presión hacia los cuidadores en ambas vertientes. Por un lado, la ‘startup’ Gogoa, radicada en el País Vasco, presentó esta mañana un exoesqueleto pensado específicamente para los cuidadores. Esta tecnología, que dieron a conocer en el Show Lab Point de la Feria dos de los socios fundadores de la ‘startup’, Juantxo Martín y Javi Fínez, permite, a través de “solo elementos textiles” y tecnología aplicada a los mismos, levantar cargas pesadas que, en el día a día de los cuidadores, supone un riesgo de sufrir lesiones cervicales y lumbares.

Unas lesiones que, apuntaron ambos socios, son la principal causa de las bajas laborales en España, y que en el caso de la atención y los cuidados en el medio rural, supone un importante hándicap al no poder cancelarse estas labores en ningún momento para no interrumpir el bienestar de los usuarios. De ahí la importancia de este exoesqueleto, que reduce hasta en un 40 por ciento el esfuerzo de la zona lumbar con una tecnología “mínimamente invasiva, ajustable y barata”, como apuntó Juantxo Martín durante la demostración, y que reduce hasta el mínimo la posibilidad de sufrir esas lesiones músculo-esqueléticas que tanto merman a los asistentes sociales.

No obstante, no fue el único prototipo presentado por la compañía, que para ayudar en la recuperación de pacientes, también desarrollaron un exoesqueleto para resolver problemas de movilidad y ayudar en los procesos de rehabilitación. De esta manera, la rodillera de Gogoa “suplementa la fuerza que falta” y acerca el movimiento al “patrón natural”, lo que acelera la rehabilitación de un paciente que, además, puede usar el exoesqueleto “mientras realiza cualquier otra actividad diaria”. Algo que contempla esta empresa en el día a día de su actividad en el centro de rehabilitación con el que cuentan en el País Vasco, así como en las residencias donde está puesto ya en marcha su prototipo para reducir la carga física de los cuidadores.

Conexiones en directo con el “día a día” de cuidadores y cuidados

Y es que “el avance tecnológico no les deja atrás”. Bajo ese mismo ‘leitmotiv’, Junta y SIVI desarrollan, dentro del programa de Viviendas en Red, diferentes mejoras tecnológicas en las casas que, además de posibilitar que las personas mayores y con discapacidad puedan mantenerse en sus entornos habituales de vida, también facilitan la vida de los cuidadores, dotándoles de una mayor independencia y un menor estrés, causa del desgaste psicológico del sector de los cuidados.

Esas mejoras las pudieron observar los más de 300 asistentes a Fitecu con las conexiones diarias que se realizan en vivo desde diferentes viviendas adheridas a este programa. Ayer, el turno fue para la casa de Inocencio y Carmen, dos personas de avanzada edad que pueden continuar viviendo en su domicilio gracias a este programa, pero en cuya conexión también se pudieron ver los diferentes sistemas tecnológicos situados en esta casa de Villardeciervos, mostrados uno a uno por el presidente del clúster SIVI, Pablo Gómez, que facilitan la vida del cuidador. Entre ellas, una ‘app’ para ver la evolución de ambos usuarios y diferentes sistemas de aviso ante humo, gas, humedades e incluso caídas, a través de sensores de movilidad wifi, que permiten avisar los servicios de emergencia precisos y que relevan al cuidador para que solo tenga que encargarse de los verdaderos cuidados del día a día necesitados por Inocencio y Carmen.

La conexión llevó hoy a los asistentes al interior de otra Vivienda en Red de la Junta en Zamora, aunque en este caso en la localidad de Aguilar de Tera, para observar la interacción entre ser humano y máquina gracias a la experiencia de Íñigo, un paciente con tetraplejia que en las últimas dos décadas tuvo que depender de sus padres para hacer una vida autónoma en su vivienda y que ahora, gracias al servicio autonómico ‘A gusto en casa’, del que disfruta desde año y medio, puede continuar con esa relativa autonomía pero dando independencia a sus padres.

¿Cómo? Gracias a la instalación de una ‘Alexa’ personalizada en casa que permite sustituir las labores del día a día de Íñigo en las que, hasta ahora, necesitaba de su madre. Así, la tecnología le permite apagar o encender la radio, la luz, la televisión, el radiador o entrar y salir de las distintas estancias de la casa sin necesidad de que ninguno de sus padres le tenga que abrir la puerta, ya que esta se abre y cierra al paso del paciente. Sistemas que, en definitiva, y como el propio protagonista refleja, “me hacen pasar los largos inviernos mejor, pero sobre todo, le da a mis padres más autonomía al no tener que estar pendientes de mí”. “E incluso, si les pasa algo, puedo yo llamar al 1-1-2 gracias a Alexa”, concluye Íñigo, mostrando que el cuidador también está en el centro de los cuidados en Castilla y León.

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