Fray Toribio de Motolinía: ‘El que viste de forma pobre’

Fray Toribio de Motolinía fue, además, el primer etnógrafo de América Latina, pues en sus escritos describe con minuciosidad la vida y costumbres de los indígenas de la Nueva España.

Las representaciones musivarias recogen como horizonte el cielo azul y las montadas de Puebla y a sus pies diversas construcciones de traza azteca. Sobre ellos, aparecen diversos símbolos aztecas correspondientes a la lengua nahualt. Del centro del mural emerge realizada en bronce, casi en relieve escultórico a medio bulto, la figura de Fray Toribio. Aparece situado éste sobre una peana en la que firma su nombre. La pequeña escultura que representa a Fray Toribio está cargada de simbología alusiva a su defensa de los indígenas y a su obra misionera. Por ello, el religioso es representado en actitud bondadosa y benéfica, tal y como corresponde a su tradicional iconografía y a su talante conciliador y humilde, pues no en vano fue llamado por los indígenas ‘motolinía’, que significa ‘el que viste de forma pobre’.

En esta ocasión, el fraile benaventano es representado con la palma de su mano derecha abierta, señalando el lugar donde se ha de levantar la nueva ciudad, mientras que en la otra porta un trozo de pergamino. A su lado un joven indígena parece atender sus indicaciones. Una inscripción en el ángulo derecho dice: “A nuestra hermana ciudad de Benavente, España, ciudad de Fray Toribio Paredes ‘Motolinía’, evangelizador y fundador de nuestra ciudad, Puebla. México. 16 de abril de 1989.

El mural fue instalado en el rellano de la escalera principal del edificio de las Casas Consistoriales, situado en la Plaza Mayor de Benavente, donde permaneció hasta que en el año 2004 con ocasión de las obras que se estaban realizando en el interior del edificio fue retirado a un almacén municipal. Tas su restauración ha sido instalado en febrero de 2014 en su antiguo lugar de ubicación.