Futuro exige una regulación urgente para frenar el crecimiento de macrogranjas y plantas de biogás: "El progreso no puede ser sinónimo de destrucción ambiental"

“No podemos permitir que nuestras tierras se conviertan en el vertedero de residuos industriales, mientras nuestras comunidades sufren las consecuencias”, así comienza el comunicado emitido por Futuro. En su escrito, el partido político denuncia el impacto de las plantas de biogás y biometano en Zamora y Castilla y León. Estas instalaciones, según Futuro, requieren un suministro constante de residuos para ser rentables, lo que genera la expansión de macrogranjas de cerdos con más de 2.000 animales por instalación. Esta situación acabaría generando grandes cantidades de excrementos que contaminan el aire, el agua y el suelo.

“Están financiando viajes de periodistas, patrocinando eventos y ofreciendo dinero a los ayuntamientos, sin aclarar los impactos a largo plazo de estas instalaciones”, señalan desde Futuro criticando las prácticas de manipulación y presión que las empresas están ejerciendo para imponer estos proyectos. “El progreso no puede ser sinónimo de destrucción ambiental ni de una economía especulativa que solo beneficia a unos pocos”, apuntan.

Es por ello que, Futuro incide que, mientras que las empresas promueven estos proyectos, los vecinos se ven perjudicados por la contaminación, desvalorización de sus propiedades y la paralización de alternativas sostenibles. “Los vecinos no quieren hipotecar el futuro de sus pueblos. Estas instalaciones frenan el desarrollo de actividades como el turismo rural, la agricultura ecológica y la ganadería extensiva, que son alternativas mucho más beneficiosas para el entorno y la economía local”.

Futuro exige una acción urgente y propone medidas para frenar este modelo destructivo, incluyendo la prohibición de nuevas macrogranjas extensivas. “Es fundamental que la Junta de Castilla y León regule el sector para proteger a nuestros pueblos y sus recursos. Estas instalaciones deben integrarse de forma responsable en el paisaje rural, sin generar contaminación visual ni frenar el desarrollo de actividades sostenibles como el turismo rural o la agricultura ecológica. No podemos permitir que los fondos europeos se conviertan en la bomba destructiva de nuestros pueblos ni en la excusa para arrasar con nuestros recursos y nuestra calidad de vida”. 

Ante esta situación, Futuro exige una regulación autonómica “urgente que garantice un equilibrio entre la innovación y la sostenibilidad”, la prohibición de nuevas macrogranjas intensivas en Zamora y Castilla y León. “Apostamos por la ganadería extensiva, que respeta el medio ambiente y aporta valor a las comunidades rurales”, apuntan. Además, exigen el acondicionamiento de las plantas de biogás para reciclar únicamente los residuos ya existentes. “Estas instalaciones no deben depender de la creación de nuevas fuentes de desechos ni fomentar el modelo intensivo”. Apuntan que es necesario distancias mínimas de seguridad y una ubicación responsable “Las plantas deben estar a más de 3,5 kilómetros de cualquier población para evitar molestias a los vecinos y proteger su calidad de vida”. Deben integrarse en el paisaje rural sin generar contaminación visual que hipoteque el futuro desarrollo de otras actividades en estas poblaciones ni espante a la población actual”, concluyen.