Horario de las mascaradas que protagonizarán el año nuevo en Zamora
Los Diablos de Sarracín, Los Carochos de Riofrío de Aliste y Los Cencerrones de Abejera recorrerán las calles el 1 de enero en un espectáculo ancestral de fuego, gritos y cencerros
La comarca de Aliste se prepara para celebrar la llegada del Año Nuevo con una serie de rituales y mascaradas centenarias que llenan las calles de historia, color y sonido. Vecinos y visitantes podrán disfrutar de tres de las más emblemáticas: Los Diablos de Sarracín, Los Carochos de Riofrío de Aliste y Los Cencerrones de Abejera, cada una con su propio encanto y significado.
La jornada comienza temprano en Sarracín de Aliste, donde los Diablos recorrerán el pueblo a partir de las 10:00 horas. Vestidos de negro y provistos de caretas de corcho, cencerros, tenazas y varas, los doce personajes que componen la fiesta, incluyendo la Filandorra, Rullón, el Ciego y el Molacillo, llenarán las calles de gritos, humo y movimiento, combinando teatro callejero y tradición popular.
A mediodía, Riofrío de Aliste vibrará con la salida de Los Carochos, once personajes que incluyen al Carocho Grande y Chiquito, el Galán, la Madama, el del Tamboril, el del Cerrón, el del Lino, el Molacillo, el Gitano, la Filandorra y el Ciego. Su recorrido por las calles se desarrolla como una representación teatral, en la que el humo, los cencerros y los gritos de los diablos crean un espectáculo único que fascina tanto a vecinos como a los más pequeños, que esperan con ilusión poder ver y casi tocar a estos personajes que forman parte de la memoria colectiva del pueblo.
Por la tarde, alrededor de las 16:00 horas, en Abejera será el turno de Los Cencerrones, que recorrerán la plaza del Fornico y las calles cercanas. Entre cencerros y campanadas, los participantes continuarán con la tradición de pedir el aguinaldo y ofrecer un espectáculo sonoro y visual que mantiene viva la cultura popular de la comarca.
Cada una de estas celebraciones combina teatro, música y rituales ancestrales, permitiendo a los asistentes no solo contemplar un espectáculo, sino también sumergirse en siglos de historia, simbolismo y tradición. Además, los habitantes de los pueblos recuerdan la importancia de mantener la seguridad, especialmente ante los elementos de fuego y los movimientos de los diablos, y recomiendan a los visitantes observar desde los laterales de las calles.
El Año Nuevo en Aliste no es solo una celebración; es un viaje a través del tiempo, donde cada máscara, cada cencerro y cada grito recuerda a los pueblos su identidad y patrimonio cultural, transmitido de generación en generación.
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