Los hosteleros de un pueblo de Zamora alzan la voz: "Si social y económicamente no se mueve el pueblo, no hay pueblo"

Desde fuera, todo parece felicidad en Fermoselle. Las peñas y sus colores inundan las calles de un pueblo en fiestas y que vibra rindiendo pleitesía, un año más, a San Agustín; no obstante, como bien es sabido, no es oro todo lo que reluce y hay quien ha alzado la voz ante una situación que consideran "injusta" y denuncian "falta de transparencia" del consistorio. Y es que desde el sector hostelero local han considerado inapropiada la instalación de varias casetas "sin decir nada y sin licitar nada".

En las fiestas de este año, se han instalado un total de cinco barras extra, siendo cuatro destinadas al servicio nocturno y una para que funcione durante el día. Sin embargo, "existen más bares abiertos de noche que de día en el municipio", por lo que desde el sector y algunos vecinos manifiestan no entender el criterio del Ayuntamiento.

Según ha podido saber Zamora24horas, hay quien denuncia que el consistorio fermosellano ha actuado "a escondidas, como si hubiera algunos intereses por ahí". Además, este gremio centra el debate en la ubicación de estas barras o casetas de fiestas, denunciando que "se han instalado a escasos metros de los bares locales, cuando la mayoría de los eventos programados se concentran en zonas sin establecimientos hosteleros".

Ello, según lamentan, "puede favorecer el botellón, el vandalismo y la suciedad". Ante estas reclamaciones, el alcalde de la localidad, José Manuel Pilo, ha asegurado a Zamora24horas que la instalación de estas casetas "está dentro del ámbito de la libre competencia". "Otros años se ha abierto la posibilidad de hacerlo, y bueno, por una circunstancias o por otras, hay quien lo ha puesto y hay quien no", añade.

Asimismo, el primer edil fermosellano manifiesta que estas barras "atienden a la necesidad de prestación de servicios para una población que aumenta de forma exponencial pasando de unos 1.100 o 1.200 habitantes, a más de 4.000". José Manuel Pilo asegura también que "algunos de estos que ahora pueden estar poniendo el grito en el cielo son los que cierran sus negocios cuando llegan las fiestas". "Otros a lo mejor piden abrir durante unas horas y luego te cierran por la tarde y por la noche y son establecimientos que tienen terrazas y tampoco las ponen, con lo cual, ¿a qué jugamos?", afirma el alcalde.

No obstante, desde la hostelería de la localidad aseguran que que esto "ya está generando efectos y a largo plazo va a fastidiar más la situación". "Si social y económicamente no se mueve el pueblo, no hay pueblo", lamentan. Desde el consistorio, el alcalde asegura que "cuando se carece de un servicio, lo lógico es cubrirlo, y el Ayuntamiento no ha puesto ninguna caseta para hacer negocio el propio Ayuntamiento, son empresas que tratan de hacer caja, como es lógico". Los hosteleros, a este respecto, definden que "lo lógico sería programar los eventos en zonas donde hay bares, no llevar los eventos a sitios donde no hay ni un solo bar para después tener que poner casetas". "Hay que llevar la gente a donde están los bares, y no al revés", añaden.

La gran problemática, pues, gira en torno a lo que un sector de la población fermosellana considera "una injusticia para los bares locales, que permanecen abiertos todo el año y cumplen con las obligaciones propias de su actividad", mientras el Ayuntamiento asegura que "todas las acciones tomadas entran dentro de los límites de la libre competencia". Sea como fuere, San Agustín brilla un año más en Fermoselle, mientras la lucha mantenida por un sector que busca lo mejor para el pueblo y sus vecinos, no pretende empañar la semana más especial del calendario fermosellano, sino que pelea por lo que creen que es justo.