Las huellas de la tragedia en los ojos de quien no puede contarla: un hogar destruido y una lucha abierta por la supervivencia

Miles de animales han perdido sus hogares y sufrirán consecuencias derivadas de los incendios a corto, medio y largo plazo, tanto animales salvajes, como de producción y mascotas

Carlos G. Rodríguez
29 ago 2025 - 07:01
Un trabajador de los medios de extinción guía a unas vacas
Un trabajador de los medios de extinción guía a unas vacas

Miles de hectáreas arrasadas por unas inmisericordes lenguas de fuego, un patrimonio natural arrasado, vidas humanas sesgadas y otras que ya no volverán a ser las mismas tras ver sus hogares o sus medios de trabajo consumidos por las llamas. Sin embargo, hay otra mirada, silenciosa y a veces olvidada, a través de la que también se ve la tragedia con unas consecuencias inconmensurables. Y esta no es otra que la de esos otros miembros del medio natural, quienes contribuyen a su autorregulación y conforman un ecosistema sano. Son, como no podía ser de otra manera, los animales.

Y es que los graves incendios que han calcinado miles de hectáreas en la provincia tendrán efectos a corto, medio y largo plazo en las vidas de los animales, tanto salvajes, como de producción y mascotas. Y como ellos no pueden verbalizar lo que sienten, la presidenta del Colegio de Veterinarios de Zamora, Elena Laguno, atiende a Zamora24horas para desgranar punto por punto la situación a la que ahora se enfrentan los animales.

Primeramente, advierte que los animales salvajes "son los primeros más sensibles al estrés, a los fenómenos que les puedan afectar". Entonces, explica, "lo que hacen es la movilización en conjunto, por ejemplo, los corzos, los gamos, los ciervos, los jabalíes..., todos esos huyen en conjunto". Y ya no solo son los efectos del estrés, sino que además, según apunta, "si estuviesen incubando una enfermedad, con ese estrés, se manifestaría, y eso se vería en el caso de que empiecen a aparecer animales muertos y no por fuego".

Más allá de consecuencias directas más, a priori, evidentes como son las muertes por hambre y deshidratación, entran en juego las luchas por los territorios. "Los animales ya habían luchado por el territorio que ocupaban; ahora, al tener que ir a otro, también aparecen luchas por ese nuevo y por el alimento", apunta.

A medio plazo, Elena Laguno recuerda que se aproxima la época de berrea, y ello afectará tanto a las luchas territoriales, como a la fertilidad. "El estrés lo que hace es que no se segregue el suficiente número de óvulos", indica y matiza que "hay veces que la naturaleza es tan sabia que si detecta que hay un número mínimo de animales, las hembras se vuelven muy prolíficas". No obstante, también añade que "por ejemplo, una cierva, por muy prolífica que se vuelva una hembra, como mucho puede dar dos, lo normal es que dé uno".

Posteriormente, se harán visibles las consecuencias a largo plazo. "Ahí veríamos qué pasa con los contaminantes", asegura Laguno, y desarrolla que "todo lo que va al cielo cuando se produce la combustión, cae al suelo con la lluvia, va a las capas freáticas y ahí no sabemos hasta qué nivel se contaminarían los acuíferos".

En lo que concierne a los animales de producción, Elena Laguno señala que, más allá de los problemas más inmediatos producidos en las ganaderías, como pueden ser animales heridos o la pérdida de agua y alimento, enseguida se verá afectada la prolificidad de las hembras, también como consecuencia del estrés. En este sentido, explica que "los ganaderos van a tener problemas reproductivos". Y como era el caso de los animales salvajes, también algún animal en alguna ganadería incubando algún patógeno, afectado por ese estrés haría manifestarse a la enfermedad.

Por último, Elena Laguno habla de las mascotas. "Si están junto a sus dueños, también sufren estrés, pero no tanto", explica aunque, no obstante, sí matiza que "aquellas mascotas que hayan huido por miedo y estén perdidas, tienen muchas probabilidades de perecer". Como director del Centro de Recuperación de Animales Silvestres de Villaralbo (CRAS), Pablo Santos tamibén asegura que, efectivamente, las consecuencias para el hábitat de los animales "son importantes, porque es mucha extensión". No obstante, sí confirma que, por el momento, en el Centro tan solo han recibido un ejemplar de águila calzada (Hieraaetus pennatus), que llegó en estado crítico, con el plumaje parcialmente quemado. "Está en proceso de recuperación, se está alimentando bien, y falta esperar a que mude el plumaje", confirma a Zamora24horas.

No obstante, y aunque las instalaciones estén preparadas para ello, sobre si el CRAS recibirá más ejemplares para su atención y posterior recuperación, Santos asegura que "no se pueden hacer previsiones en estos casos, porque depende de muchas cosas, es muy complicado".

Quien también conoce muy bien los montes, su fauna y los efectos de los incendios sobre ambos es Alejandro Rodríguez, presidente del Coto de Caza 'El Montico', de Santa Croya de Tera. Si bien asegura que en los montes de la zona "todo se ha recuperado bien" después de los incendios de 2022, sí lamenta que "esto nos lo dejaron abandonado y se ha mezclado lo quemado con lo que ha salido nuevo y está todo fatal".

Y este es un problema que hace equivalente al que, asegura, ocurrirá en lo que se ha quemado en este trágico verano. "Los primeros años serán malos, porque se mueren muchas especies, pero a partir de ahí se recuperará muchísimo", explica. Además, insiste en el que el gran problema es ese, "que esto lo dejan abandonado del todo, y lo que están prometiendo ahora allí va a ser mentira, lo mismo que prometieron aquí, que luego ni Dios hizo nada".

Así, muchos son los animales que ahora tienen por delante una larga y complicada lucha por la supervivencia. Una lucha contra ellos mismos, contra su estrés, contra el entorno y contra sus iguales que, como ellos, deberán adaptarse a una nueva situación, un nuevo entorno y, en definitiva, una nueva vida.

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