De maestro en las aulas a maestro en la fe: Enrique Alonso Silván, nuevo diácono en Benavente

Enrique Alonso Silván fue ordenado diácono el 21 de diciembre de 2024 en la iglesia de Santa María de Benavente, templo en el que ha crecido junto a su familia y que lo vio dar este importante paso en su vocación. La ceremonia fue presidida por D. Fernando Valera, obispo de Zamora, acompañado por más de medio centenar de sacerdotes diocesanos y destacados representantes eclesiásticos.

Entre ellos, sobresalió la presencia del director espiritual del Colegio Español en Roma, quien también desempeñó este papel en la formación del propio obispo zamorano. Asimismo, asistieron el rector del Teologado de Ávila, Gaspar Martínez; el director espiritual, Antonio Collado; y uno de los formadores del Teologado. El sacerdote benaventano y rector del Seminario Menor de Zamora, Millán Núñez, tuvo un papel destacado al presentar al candidato ante el obispo, confirmando públicamente que era “digno de ser propuesto para el orden de los diáconos”.

En su homilía, Monseñor Valera subrayó que el ministerio del diácono tiene como principal misión “anunciar el Evangelio a todos los niveles y de todas las formas”. Además, recordó que el diaconado implica “renunciar a todo por Dios” y servir al Pueblo de Dios llevando la Palabra y la caridad. “Cuando tienes a Dios, tienes todo en Dios”, añadió el obispo, dirigiéndose a Enrique Alonso.

Tras la homilía, el nuevo diácono manifestó su voluntad de asumir este ministerio ante el obispo y la comunidad presente. La ceremonia continuó con las letanías, la imposición de manos, el revestimiento con la estola cruzada y la dalmática, y la entrega de los Evangelios por parte del obispo.

Con esta ordenación, la diócesis de Zamora cuenta ahora con cuatro diáconos: Antonio Vela y José Manuel Chillón, como diáconos permanentes, y Javier Prieto y Enrique Alonso, como transitorios, en camino hacia la ordenación sacerdotal.

¿Qué significa ser diácono?

El diaconado es el primer grado del orden sacerdotal y se ejerce como un ministerio de servicio asociado al obispo. Entre las funciones del diácono están predicar la Palabra, distribuir la comunión, asistir en la Liturgia y realizar obras de caridad. Según el Catecismo de la Iglesia Católica, es parte del sacramento del Orden, que comprende tres grados: episcopado, presbiterado y diaconado.

El diácono puede también celebrar bautizos, presidir matrimonios y exequias, proclamar el Evangelio y predicar en la Eucaristía. Además, está llamado a santificar su jornada con la oración de la Liturgia de las Horas, siendo un servidor de la comunidad y de la Iglesia