Mascaradas de invierno zamoranas que se celebran en el mes de agosto
Tal es el caso de las mascaradas de las Obisparras, de Pobladura de Aliste y de La Torre de Aliste, y del Atenazador, de San Vicente de la Cabeza que, ante la abundancia de personajes y la falta de recursos demográficos, provocaron que, antes de que se perdieran definitivamente, se mantuvieran en la época en la que regresan los emigrantes a esos pueblos. De esta forma, el Atenazador y la Obisparra, se celebran el 11 y el 15 de agosto, respectivamente, aprovechando las fiestas patronales de ambas localidades, así como la otra Obisparra, la de La Torre de Aliste, también a mediados del mes más caluroso del año, lo que no impide que los mozos se vistan con trajes diseñados para pleno invierno. “Se hacen en agosto pero son mascaradas de invierno a todos los efectos y con todos los símbolos”, asegura a zamora24horas el investigador Bernardo Calvo. “El día de San Esteban es el patrón de los mozos en toda esta zona y en Portugal. La Iglesia vio la conveniencia de encauzar desde una óptica religiosa ciertas celebraciones paganas. En ese día, estaban también las de Pobladura de Aliste y San Vicente de la Cabeza pero se trasladaron para evitar su desaparición y, se ha conseguido mantenerlas hasta la fecha, aunque desplazadas unos meses en el tiempo”, añade.
Lo cierto es que las mascaradas resistieron desde tiempos inmemoriales, como celebraciones populares, los fuertes golpes que asestaron instancias religiosas en ciertas épocas para intentar provocar su desaparición y es ahora cuando “se ven seriamente amenazadas por falta de gente”, según advierte Bernardo Calvo. “Es una situación difícil de solucionar pero sería una verdadera lástima que se perdieran por problemas demográficos”, anota.
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