Con una pancarta de ‘Menos fauna, más campo’, medio millar de manifestantes ha recorrido la N-631 a su paso por Tábara para demandar una solución inmediata a un problema que se prolonga en el tiempo. La concentración, convocada por la Alianza UPA-COAG, ha sido respaldada por cientos de agricultores, ganaderos y vecinos que han vuelto a expresar su malestar por los daños que sufren sus explotaciones campaña tras campaña como consecuencia de la fauna. Al frente de la comitiva, encabezada por los líderes de ambas agrupaciones, también se han podido leer otros pasquines como 'Sembramos para recoger cereal, no ciervos medalla de oro' o 'De lobos y ladrones estamos hasta los cojones'.
Desde el colectivo lamentan los intereses económicos de determinados cotos así como el descontrol de la propia Junta que ha supuesto la proliferación y expansión descontrolada de la fauna provocando múltiples y cuantiosos daños tanto en los cultivos y pastos.
Asimismo, desde UPA-COAG acusan a los responsables de hacer “intransitables” determinadas vías de comunicación ante la multitud de accidentes de tráfico que se producen a diario en el medio rural. Además, los organizadores de la concentración puntualizan que quienes sufren la mayoría de siniestros son los habitantes de la zona y quienes, con la modificación de la ley de Tráfico y Seguridad Vial, no son solo los que asumen directamente los daños económicos, sino los daños mayores con la pérdida irreparable de vidas humanas.
Desde la Alianza UPA-COAG entienden por ello, y así reiteradamente se le ha puesto de manifiesto a la Junta de Castilla y León y a la Subdelegación de Gobierno, “que esta cuestión es tan preocupante que debe establecerse un Plan Integral de control poblacional de la fauna, tanto en aquellos terrenos sobre los que tiene la gestión y responsabilidad (Reserva de Caza), como en los de los cotos de caza, exigiendo cumplimiento estricto de cupos cinegéticos, o bien realizando el control por parte de la Administración. Y también se hace necesario la modificación legislativa en cuanto a la responsabilidad por daños con la fauna en el caso de accidentes”.
Además, finalizan: “Entendemos que la Administración dispone de herramientas legislativas suficientes para justificar la necesidad de realizar controles de poblaciones sobre la fauna silvestre porque se dan las razones suficientes, tanto por prevención de daños en cultivos y ganados, como de seguridad (accidentes de tráfico), como para evitar futuros desequilibrios poblacionales”.
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