Los meses más trágicos en las carreteras zamoranas

En los primeros siete meses de 2022 se han producido once siniestros mortales que se han llevado la vida de 13 personas

Accidente en la A-52 del pasado 28 de julio. Archivo
Accidente en la A-52 del pasado 28 de julio. Archivo

El balance de siniestros mortales y fallecidos en las vías interurbanas de Zamora durante los primeros siete meses de 2022 es preocupante y entristecedor dejando unos meses trágicos en los que se han producido once fatídicos accidentes mortales que han tenido como consecuencia la muerte de 13 personas que, en diferentes circunstancias, han dejado familias rotas.

El primer trágico accidente se producía el 14 de enero en el término municipal de Andavías cuando un hombre era atropellado por un turismo y perdía la vida a unos dos kilómetros del casco urbano sin que los profesionales sanitarios pudieran hacer nada por salvarle la vida.

Los siguientes dos accidentes mortales en la provincia de Zamora se produjeron el 2 de febrero. En el primer siniestro un motorista de 45 años perdía la vida en la ZA-513 a la altura de la localidad de Valdescorriel tras un accidente entre la moto en la que viajaba y un turismo.

Horas después fallecía un hombre de 65 años atropellado en la A-66 a la altura de la salida de la rotonda de Moraleja del Vino.

Tras el fatídico mes de febrero, la tragedia regresó en abril a Zamora. El día 17 fallecía un varón de 43 años que estaba reparando su furgoneta en la A-66 a la altura de Cubillos y era atropellado por un camión sin que se pudiera hacer nada por su vida.

Pero no era el último accidente mortal del mes, el 26 de abril un varón de 42 años perdía la vida en la N-VI a la altura de Villabrázaro tras salirse de la vía con el vehículo en el que viajaba que quedaba volcado.

Tras un mes de mayo en el que parecía que la siniestralidad en las carreteras zamoranas daba un respiro, los primeros días de junio constataban la mala racha y el pasado sábado 4 de junio fallecían dos personas, un hombre y una mujer de 73 y 72 años de edad en la A-66 a la altura de Peleas de Arriba tras salirse de la carretera y caer desde el puente de la autovía, y unos días después, el 12 de junio, un varón de 60 años perdía la vida en la A-52 a la altura de Cobreros tras la salida de vía del turismo en el que viajaba y chocar después contra un árbol.

Lo peor estaba por llegar, y es que en el mes de julio han sido cinco los fallecidos en carreteras interurbanas de Zamora, todos ellos en apenas un margen de diez días. El 19 de julio un camionero de 60 años perdía la vida en la carretera Madrid – Coruña a las afueras de Villalpando tras volcar el camión que conducía y el 23 de julio un joven de 17 años fallecía en Pinilla de Toro tras u accidente de motocicleta.

Dos jóvenes hermanos, uno de 17 años y otro de 24 años, también fallecían el 28 de julio en la A-52 tras el vuelco del turismo en el que viajaban y en esa misma vía el 30 de julio el vuelco de un turismo a la altura de Quitanilla de Urz se saldaba con la muerte de una mujer de 42 años.

Once trágicos sucesos que ponen los pelos de punta, y más si los comparamos con los accidentes y las víctimas mortales de 2019 y 2021 en este periodo de enero hasta el 31 de julio (la DGT no contabiliza 2020 al no ser significativo por la pandemia y los confinamientos).

Y es que en este periodo de 2019 únicamente se produjeron tres accidentes mortales en los que cuatro personas perdieron la vida, mientras que en el mismo periodo de 2021 únicamente se produjo un único accidente mortal en el que hubo que lamentar un fallecido.

Estas cifras, que llevan detrás una tragedia, son aún menos esperanzadoras si tenemos en cuenta que en todo el 2021 en Zamora se produjeron cinco accidentes que se saldaron con siete víctimas mortales, el primero de ellos tenía lugar en el mes de marzo, concentrándose el resto en el periodo estival. Así, en siete meses en Zamora casi se ha duplicado el número de fallecidos en vías interurbanas respecto a todo el año anterior.

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