Monte la Reina empieza a construir su futuro militar
El Acuartelamiento de Monte la Reina entra en una fase decisiva con la publicación del expediente de licitación para la construcción de los tinglados destinados a vehículos militares
El proyecto militar más ambicioso de Castilla y León en décadas empieza a tomar cuerpo. El Ministerio de Defensa ha sacado a licitación la construcción de los primeros tinglados para vehículos de zapadores y artillería en el futuro acuartelamiento de Monte la Reina, en Toro. Las empresas interesadas podrán presentar ofertas hasta el 12 de diciembre, según figura en la Plataforma de Contratación del Estado.
Con esta licitación, Monte la Reina pasa de los papeles a los hechos. Tras años de anuncios, promesas y trámites, la base militar comienza su andadura con unas primeras obras que servirán para preparar el terreno a un complejo que aspira a acoger a unos 1.400 militares y sus familias. La fecha marcada en el calendario es 2027, cuando el acuartelamiento podría estar plenamente operativo.
Para Zamora, uno de los territorios más golpeados por la despoblación en España, el proyecto tiene una lectura que va mucho más allá de la defensa. Monte la Reina se ha convertido en un símbolo de esperanza económica y demográfica. La llegada de centenares de efectivos y sus familias supondrá un impulso para el comercio, la vivienda y los servicios de la zona. En Toro, la expectativa se mezcla con la prudencia: el proyecto promete reactivar la comarca, pero también plantea el reto de absorber ese crecimiento.
El plan contempla la construcción de diez tinglados, además de áreas logísticas, zonas de adiestramiento y una planta fotovoltaica para autoconsumo. Las obras se ejecutarán con criterios de eficiencia energética y sostenibilidad, en línea con las políticas de ahorro y reducción de emisiones del Ejército de Tierra. “Será una base moderna, funcional y respetuosa con el entorno”, aseguran desde el entorno técnico del proyecto.
Monte la Reina no parte de cero. Durante años, el antiguo campamento militar permaneció inactivo, convertido casi en un símbolo del abandono institucional. Su recuperación fue una promesa política recurrente —repetida por distintos gobiernos— hasta que en 2021 Defensa reactivó el plan de forma efectiva. Desde entonces, los trabajos administrativos se han acelerado para que las primeras obras puedan comenzar a lo largo de 2026.
Más allá del impacto local, la base de Monte la Reina forma parte de una estrategia de redistribución territorial del Ejército, que busca descentralizar unidades y aprovechar zonas con disponibilidad de suelo y menor presión urbanística. En el caso zamorano, la elección del enclave responde también a su buena conexión con la autovía A-11 y a su proximidad con Valladolid y Salamanca.
De momento, el anuncio de licitación marca un punto de inflexión. Por primera vez en décadas, Monte la Reina deja de ser una promesa y empieza a ser obra. Los próximos meses serán decisivos para comprobar si el calendario se cumple y si, como muchos esperan, el nuevo cuartel consigue darle la vuelta a la historia reciente de una provincia que lleva años perdiendo población, pero que ahora mira al futuro con algo de optimismo.
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