La llegada del otoño real se ha hecho esperar, pero ya parece haber llegado para quedarse después de semanas de calor casi veraniego. Lluvias, cielos nublados y caídas de temperaturas son, para muchos amantes del buen tiempo, un fastidio. No obstante, para muchos otros el comienzo del otño es también el de la temporada de recolección de setas, una actividad tan gratificante como peligrosa si no se hace con los conocimientos y precauciones necesarias, así como irrespetuosa con el medio natural si no se realiza correctamente.
Para la campaña micológica de este 2023, las previsiones son esperanzadoras, especialmente tras la llegada de las últimas lluvias. Berta Martín, responsable del área de micología en la Diputación de Zamora, explica que "habían empezado a florecer, pero el calor hizo que muchas se secaran". A pesar de ello, cree que "habrá una campaña decente". "Los micelios están activados y ahora hay que ver cómo evolucionan", indica. De entre las setas más esperadas para esta campaña, Berta Martín destaca la Russula y la Amanita Caesarea. "Los níscalos saldrán más adelante", matiza.
No obstante, la recolección de setas no es una actividad que pueda realizarse al libre albedrío sin ningún control, pues estos seres vivos pueden resultar muy peligrosos si no se tratan con el cuidado que requieren. Además, deben recolectarse en los terrenos habiltiados para tal efecto y con los preceptivos permisos para hacerlo con unos límites que no alteren el medio natural. "Hay bastantes terrenos acotados", señala Berta Martín y añade que "quien quiera recolectar, debe ir a los Ayuntamientos y preguntar para evitar sorpresas". "Yo recomiendo el Parque Micológico porque es el mejor y más cómodo", comenta.
Además de tratar la recolección de setas desde la legalidad, hay que hacerlo con el respeto y el cuidado que requieren esos organismos. "Hay que tener mucho cuidado con los bulos", advierte Berta Martín al mismo tiempo que añade que conviene cerciorarse de "que las setas sean de buena calidad". "Ya son bastante indigestas de por sí, y son perecederas, por lo que si están en mal estado pueden provocar alergias, diarreas y todo tipo de problemas", indica.
Conviene también, para la realización de esta actividad de una manera respetuosa y correcta, hacerlo con el instrumental correspondiente. "Hay que hacerlo con cesta, navaja y respetando los setales", afirma Berta Martín. "La gente tiene cada vez más conciencia", apunta. "Antes se veía mucha gente recolectando con bolsas de plástico, pero la gente cada vez está más informada", apostilla. Además, conviene recordar que "la mitad de los montes son terrenos privados". "No son terrenos de todos, cada parcela tiene su dueño, y eso también hay que respetarlo", concluye.
La recolección de setas es, pues, una actividad que agrada a mayores y pequeños, y que puede suponer una jornada familiar o con amigos, con un valor incalculable, siempre y cuando se realice con cuidado, con respeto y ciñéndose a la legalidad vigente. No hacerlo solo entraña riesgos, para el medio ambiente, para la economía familiar o personal o directamente para la propia salud. Las setas pueden ser alimentos para paladres exquisitos, pero también pueden entrañar graves consecuencias si a la hora de recolectarlas no se dispone de los conocimientos necesarios.
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