El pasado verano el horror se apoderó de la provincia de Zamora con los peores incendios de su historia. Los apicultores fueron uno de los grandes afectados y siete meses después el colectivo comienza a ver la luz.
Este jueves se ha presentado en Caja Rural la llegada de las colmenas que se entregarán en persona el próximo viernes. Un paso para seguir avanzando en la recuperación del sector, aunque la producción de miel no ocurrirá hasta dentro de tres años.
Francisco Alonso, presidente de Apis Durii, ha asegurado que el “panorama fue desolador” cuando vieron el balance general de daños, con más de 4.000 colmenas calcinadas, “aunque no se puedan reponer las abejas, que es lo más importante”, aseguró.
Más de medio centenar de apicultores se vieron afectados y se ha podido conseguir un montante de más de 70.000 euros.
Los apicultores no dudaron en llamar a la puerta de Caja Rural, y la entidad no dudó tampoco y aportó 55.000 euros para poder adquirir estas colmenas. Un montante al que se suman las aportaciones de La Culebra no se Calla, Zamora Solidaria, así como la propia Asociación de Apicultores de Zamora.
“Nos hemos comido la rabia, las lágrimas y el dolor”, aseguró Paco Alonso de Apis Durii dejando claro que aún será difícil que el sector apícola de la provincia recupere el esplendor que tenía y que fue arrasado por el fuego.
Las colmenas están ya listas para su instalación, pintadas y montadas para que la actividad pueda recuperarse en la zona.
La entrega de más colmenas se realizará el próximo viernes en Mombuey de forma oficial. Se hará entrega de las 1.275 colmenas financiadas por Caja Rural y el resto de entidades que han colaborado de forma altruista.
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