Otoño llega con una cesta de mimbre en la mano para iniciar la recolecta de setas: la falta de lluvias en Zamora hace que los bosques “estén secos”
No se puede cuantificar con exactitud cómo será la fructificación esta campaña, aunque desde la Asociación Micológica de Zamora alertan de la influencia del cambio climático en las precipitaciones
Llega el otoño a la provincia. Los cielos se cubren con nubes grises y amenazan con intensas y fuertes precipitaciones, pero esa amenaza queda como anécdota, porque lo cierto es que las abundantes lluvias no acaban de llegar. Otoño llega con una cesta de mimbre en la mano y eso es debido a que los hongos brotan y comienza así la tradicional campaña micológica en Zamora. Por si el tiempo amenaza se lleva el chubasquero y es imprescindible calzado cómodo para pasar una larga jornada recolectando setas, si la naturaleza lo permite. Las setas crecen durante todo el año, no obstante, los meses de octubre y noviembre son los más abundantes para su fructificación.
De momento, las lluvias se han desplazado hasta la cuenca mediterránea y la cornisa cantábrica, pero apenas han tenido presencia en la provincia de Zamora. El cielo amenaza con la lluvia, pero con el paso de la jornada solo caen gotas finas. Desde la Asociación Micológica de Zamora, Augusto Calzada, se muestra algo pesimista. “Los bosques están bastantes secos y se necesita que caiga agua en cantidad. Llevamos este mes de septiembre en el que vemos que parece que va a llover, pero se queda en cuatro gotas”, afirma el presidente, quien adelanta que es difícil cuantificar con exactitud la producción de hongos en los bosques de la provincia.
Los factores que favorecen el crecimiento de las setas son múltiples, entre los que destaca la lluvia, la humedad o la temperatura, por lo que no se puede predecir con exactitud si va a ser una temporada buena o, por el contrario, mala con escasez de hongos. Pero, Augusto echa la vista atrás y ve como cada año es cambiante, tanto que el calentamiento global ha influido a la campaña micológica. “Este mes de septiembre apenas ha llovido y antiguamente caía bastante cantidad. Si en estas dos semanas llueve, tenemos una temporada normal, pero se necesita que sea bastante abundante”, sostiene.
En cuanto a la zona más común para recolectar setas, Sanabria se consolida como uno de los terrenos en los que se dan cita los relectores se dan cita “siempre y cuando tengamos las precipitaciones adecuadas”. El paisaje de Aliste se ha quedado menguado por el devastador incendio de la Sierra de la Culebra, lo mismo ocurre conLa Carballeda, un paisaje natural que ha quedado “tocado”. Entre las especies que brotan en esta temporada, nos podemos encontrar las setas de cardo que suelen salir “a los 15 días si llueve” y se pueden encontrar en caminos o lugares abandonados. “A partir de los 20 o 25 días tras una tormenta, salen los boletus, mientras que los níscalos crecen a partir de los 30-40 días”, señala Augusto Calzada. Pero en esta lista de setas comestibles también se encuentran la orona, las setas de San Jorge, Colmenillas, rebozuelo o parasol.
El presidente de la Asociación Micológica es crítico con el potencial turístico de la recolecta de setas. La meteorología es cambiante, pero también lo son los permisos que permiten acudir al bosque para llevar estos sabrosos alimentos a las cocinas de cada hogar de Zamora. Considera que con la regularización de los montes se quiere sacar una partida económica que va a causar que “el turismo micológico desaparezca”. “El permiso anual en algunas zonas es de 200 euros y ese desembolso no garantiza que te vayas a encontrar especies. Solo a las personas de la localidad se lo dejan a 15 o 20 euros. Si hablamos de la España Vaciada, esto hará que no haya un gasto en los restaurantes, casas rurales o gasolineras”, sostiene Calzada, que, además, lanza una crítica “se van a quedar solos por la avaricia”. Los miembros de la asociación han dejado de caminar por este tipo de zonas que exigen un importante gasto económico para solo examinar la zona durante un fin de semana.
Antes de concluir, Calzada hace hincapié en conocer siempre las especies recogidas que se van a consumir. “Si no se conocen hay que hablar con personas cualificadas para que asesoren. No se puede consumir setas sin conocerlas. Es un peligro muy grande, por eso es fundamental ir acompañado de expertos en la materia”, apuntilla el presidente de la asociación. La cesta de mimbre y la navaja ya está afilada para acudir al monte y tener un éxito en la recolección de estos alimentos carnosos y jugosos con los que se pueden hacer recetas variadas.
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