Polémica en Sanabria por el nuevo mirador: Ecologistas alertan de “más cemento” en un Parque Natural ya saturado

La asociación Ecologistas Zamora denuncia que el mirador proyectado en el Parque Natural del Lago de Sanabria carece de interés público

Imagen de la zona
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La presentación del proyecto del nuevo mirador turístico en el Parque Natural del Lago de Sanabria ha reavivado un intenso debate ambiental en la comarca. Ecologistas Zamora, que presentó alegaciones dentro de los plazos establecidos, aseguró no haber recibido respuesta del Ayuntamiento de Galende, al que previamente había solicitado la publicación completa del expediente en el tablón de anuncios. Una ausencia de documentación que, según la asociación, vulnera la Ley de Transparencia y el derecho de acceso a la información pública.

En sus alegaciones, el colectivo subrayó la falta de interés público del proyecto y recordó que, conforme a la Ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad, en los parques naturales solo pueden autorizarse construcciones que contribuyan a la conservación y al uso sostenible del territorio. Además, cualquier intervención debe minimizar su impacto ambiental y justificar que no existen alternativas menos agresivas, condiciones que —afirman— el mirador no cumple.

A pesar de estas advertencias, el proyecto impulsado por la Junta de Castilla y León continúa adelante. Ecologistas Zamora lamenta que esta infraestructura “artificial” contribuyará a saturar aún más el Parque Natural, un espacio ya muy castigado por los grandes incendios del verano y cuyos efectos siguen siendo visibles tanto en el paisaje como en los servicios básicos de la población.

La asociación recalca que el paisaje ya podía contemplarse desde los miradores naturales de origen glaciar, libres de hormigón, desde los que es posible observar incluso los amplios destrozos provocados por los incendios que se extendieron sin control y para los que, recuerdan, “no hubo medios de extinción apropiados”. Ecologistas insiste en que un Parque Natural se crea “para conservar la biodiversidad y proteger los ecosistemas”, con un uso recreativo que debe ser compatible con su sostenibilidad. “Todo lo que sea asfalto y hormigón empobrece esta riqueza”, señalan.

El problema de fondo, explican, es la creciente presión turística. Según datos del Patronato del Parque, el número de visitantes ya superó la media anual de 705.000, una cifra que, al concentrarse en verano, resulta “excesiva para la salud del ecosistema”. En época estival, la presencia masiva de vehículos privados supone otro foco de impacto: coches aparcados en praderas, todoterrenos circulando por sendas peatonales y accesos sin apenas restricciones.

A ello se suma la celebración de eventos como la concentración anual de motos, considerada por la asociación “una perturbación innecesaria y nociva” para el entorno. El incendio que arrasó 12.617 hectáreas, según cifras de la Junta, puso en evidencia la extrema vulnerabilidad del espacio natural. Las consecuencias no solo afectan a la flora y la fauna, sino también a los pueblos del entorno, que siguen registrando problemas de turbidez en el agua de consumo, aún no apta para beber en varios municipios a principios de diciembre de 2025.

Ecologistas Zamora denuncia que no se han aplicado todas las medidas necesarias para la recuperación ambiental tras los incendios, y critica que las administraciones prioricen “fomentar aún más el turismo” en lugar de apostar por la restauración, la prevención y la gestión sostenible. En su opinión, persiste una mentalidad que da “ventaja total al vehículo privado” mientras el transporte público es prácticamente inexistente, limitado a un único autocar semanal entre algunos pueblos de la comarca.

El proyecto del mirador, con una inversión cercana a 381.500 euros, constituye para la asociación “el colofón” de esta deriva. Temen que implique más maquinaria, más cemento, más aparcamientos y más facilidades para que los coches accedan a zonas sensibles, reforzando así el turismo masificado. Frente a ello, proponen la conservación de los caminos tradicionales y un modelo de turismo responsable, centrado en la preservación del medio natural y no en convertirlo en un decorado para fotografías en redes sociales.

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