​El PSOE pide a la alcaldesa de Fuentelapeña explicaciones sobre el ‘Proyecto Museo Planetario de Hormigas’

RIA DEMOCRÁTICA.<br/> <br/><br/><br/><br/>· Agapito Modroño Alonso<br/><br/>En el tema de la guerra civil, como en todo, procuro, y creo lo consigo, ser objetivo. algo difícil cuando, como ahora, los vientos soplan en una única dirección. Voy a bosquejar el cuadro con gruesos brochazos:<br/><br/> a).- La guerra civil fue consecuencia de la calamitosa situación económica y social que España venía arrastrando desde tiempo inmemorial. <br/><br/>b).- Esa guerra, como todas, fue consecuencia de la estupidez, egoísmos, crueldades de los seres humanos. Lo explica muy bien Manuel Chaves Nogales.<br/><br/>Unos en el colectivismo (anarquistas, comunistas, socialistas radicales...) veían la solución; otros, que no les tocaran su propiedad, aunque fueran dos cachos de tierra, y que la religión siguiera impregnando (bautismos, bodas, entierros, misas novenas...) toda la vida social.<br/><br/>c).- Junto a esas dos Españas (Machado dixit), existía una tercera, (Paul Preston) de la que no se habla, porque no pudieron sujetar la cuerda de la que tiraban a su derecha y a su izquierda. "Raciocinio y moralidad" (justicia social) es frase de Azaña. Éste, Ortega y Gasset, Unamuno, Gregorio Marañón, Marcelino Domingo, Ángel Galarza, Alcalá Zamora, Miguel Maura, Indalecio Prieto, Besteiro, Álvaro Albornoz, Salvador de Madariaga..., estaban por las reformas desde una república democrática.<br/><br/>d) Ni anarquistas (entonces el sindicato con mayor afiliación y fuerza), ni comunistas, ni un sector de socialistas, estaban a favor de una república burguesa. De ellos no hubo ni un solo representante en el "Pacto de San Sebastían", asistió Indalecio Prieto a título particular. Establecida la república el PSOE, formó parte de la coalición "Republicano-Socialista", en unión de otros republicanos de derechas y de centro, que concurrió y ganó las elecciones generales de 1931.<br/><br/>e) Desatados los odios en la guerra civil existieron atrocidades, crueldades por ambos bandos. Azaña se echaba las manos a la cabeza ante las barbaridades de los de la FAI-CNT y PCE, quienes poseían el gobierno efectivo, y el control de las checas; el salido de las elecciones de febrero del 36 estaba en Valencia, sin apenas pintar nada. Unamuno, quien al principio apoyó la sublevación, reventó ante Millán Astray, ante asesinatos de inocentes, como el Pastor Protestante Atilano Coco, <br/><br/>f).- A los vencedores,en la posguerra, les faltó generosidad para evitar tanto crimen. No sabemos qué hubieran hecho los otros. Lo evidente es que de aquella contienda, según quienes fueran los vencedores, saldría una dictadura de izquierdas o de derechas. Una falacia que los perdedores fueran demócratas. No lo eran en su mayoría<br/><br/>g).-Fue un acierto de Felipe González, de Carrillo, de Dolores Ibarruri, de Alberti, no remover las cenizas del pasado, en las que todavía quedaban rescoldos. Sí, en cambio, fue un acierto de justicia, indemnizar a todos los que habían sufrido prisión por motivos políticos, o a sus familiares.<br/><br/>h).- ¿Qué se debe honrar la memoria de las víctimas de aquella guerra? ¡Por supuesto!, pero las de ambos bandos. Un tío mío, que era un pacifista, sin filiación política, y así millones, murió en aquella guerra, combatiendo con los sublevados. No sé dónde estarán sus huesos. Mandó mi abuelo a dos parientes a buscarlo, revolvieron en la fosa, y ya no lo encontraron. Ahora ya: ¡qué más da que sus huesos estén donde quieran! Tenemos sus cartas, sus fotos. Mientras tenga sobrinos será recordado. He dejado su semblanza en alguno de mis libritos.<br/><br/>i).- No obstante me parece bien que familiares busquen huesos, pero más efectivo que eso, para recordarlos, es que en cada pueblo, en cada ciudad se redacten listas con todas las víctimas, del uno y del otro bando, como yo he hecho con las de Villalpando, para que su recuerdo perdure.<br/><br/> · k).- Que se anulen las sentencias del franquismo por las que fusilaron a adversarios políticos, bien me parece. No en cambio esa causa general contra el franquismo que Garzón pretendió, cuando con la amnistía de la transición todo trató de perdonarse, mutuamente. Me parecería loable su empeño si abriera una causa general contra todos los millones de crímenes del padrecito Stalin. <br/><br/>l) Y ya el colmo es que se lleve al Congreso una Ley contra los crímenes del franquismo y que allí estén, la voten los criminales de Bildu. Y que a los Otegui y compañía les estemos pagando sueldos, sacando en televisión y haciendo homenajes a sus asesinos.<br/><br/>Mal asunto es tanto sectarismo de izquierdas. No sopesan que ello provoque una reacción en sentido contrario. Ahí está VOX.<br/><br/>¿Se volverá a repetir que los centristas, los moderados seamos arrastrados hacia el uno o el otro ex <br/>00