Regresa la pesadilla: Se vuelve a vaciar Ricobayo

El embalse pierde 50 hectómetros cúbicos en menos de cuatro días y los pueblos de la zona temen un nuevo verano desértico

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Embalse de Ricobayo desde el Puente de los Cabriles
Embalse de Ricobayo desde el Puente de los Cabriles

Los pueblos de la zona que baña las aguas del embalse de Ricobayo llevan meses preocupados por la situación de la balsa de agua para este 2022 después de un 2021 en el que no pudieron aprovechar una de sus riquezas naturales, algo que repercutió de forma importante en una economía que vive parcialmente de los meses estivales. 

Y sus sospechas se están reafirmando en los últimos días en los que, tras un tiempo en el que el embalse, lejos de su aspecto habitual, al menos se recuperaba lentamente, la situación ha vuelto a ser la del 2021 y nadie espera un verano con agua, con los perjuicios económicos para los pueblos y para los sectores privados de la zona, además de serios problemas para la fauna y la flora.

El embalse de Ricobayo había entrado en febrero tocando mínimos y aunque se recuperó en marzo, la imagen continuó siendo desoladora y muy distinta a la del año anterior antes del desembalse. El 6 de marzo de 2021, Ricobayo había alcanzado su máximo con 1.136 hectómetros cúbicos mientras que ese mismo día de 2022, apenas alcanzaba los 410 hectómetros cúbicos, 700 hectómetros cúbicos en un año aunque con situaciones distintas al estar subiendo en 2022 y ya bajando en 2021.

La mejora en el aspecto que los vecinos han podido notar en Semana Santa es parcial y muy lejana del aspecto que presenta cualquier año, incluso en los de profunda sequía, superando casi siempre los 1.000 hectómetros cúbicos a estas alturas del año.

En 2021, llegado el mes de mayo, Iberdrola comenzó a bajar el embalse, notándose un descenso de entre uno y dos metros diarios que los propios vecinos medían colocando palos en el embalse y viendo el desmesurado descenso diario. Esa situación, con mucho menos agua embalsada, se ha vuelto a dar este 2020 en los últimos días de abril.

Desde el 26 de abril al 30 de abril, el embalse de Ricobayo perdió 50 hectómetros cúbicos. Para ponerlo en relación, había tardado un mes en crecer esos 50 hectómetros cúbicos. El descenso, sin embargo, no ha parado ahí y sólo este miércoles ha perdido el embalse quince hectómetros cúbicos, lo que eleva la pérdida en una semana a 70 hectómetros cúbicos y deja al embalse en niveles de finales del mes de marzo.

Una situación que ya está poniendo alerta de nuevo a los municipios de la zona y a los agentes sociales que no destacan emprender movilizaciones y otras acciones antes de que llegue el verano para luchar por la supervivencia de sus pueblos y es que, tras la crisis del coronavirus, el bajo nivel del embalse el pasado año fue la puntilla para varias empresas del medio rural que tuvieron echar el cierre.

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