El Riojano, cerca del final de su “vida útil”

Con 20.000 metros cuadrados y 4 trabajadores al frente, el Centro Autorizado de Tratamiento de Vehículos El Riojano recibió la entrada de 850 vehículos en 2015. Una cifra que no esperan alcanzar durante el presente año: “la crisis ha afectado de modo considerable a nuestro sector: ahora la gente tiene menos dinero y no te compran una pieza que vale 40 euros porque tienen que dar de comer a sus hijos”, argumenta José María Jiménez. 

Hijo del fundador de la originaria chatarrería, descendiente de La Rioja, se hizo cargo del negocio y se adaptó en su tiempo a las exigencias demandadas por el nuevo mercado convirtiéndolo en un desguace de vehículos. Pese a que la compra venta de recambios por Internet se perfila hoy en día como una de las vías de escape para revitalizar los desguaces, Jiménez afirma que el comercio online ya llega tarde para El Riojano: “estamos al final de la vida útil, como los vehículos”, comenta esbozando una sonrisa. “Esto morirá siendo El Riojano, en honor a la memoria de mi padre”, sentencia.