Zangarrones, Diablos, Caretos, tridentes, tenazas, cencerros y campanillas. El centro de Zamora se ha trasladado a miles de años atrás para disfrutar con los ancestrales rituales de las mascaradas de invierno en el momento álgido del Festival de la Máscara Ibérica, el desfile.

Los tres grupos italianos de la región de Carnia, principal novedad de esta quinta edición, han abierto el desfile con sus peculiares vestimentas, que van desde los trajes y la música angelical hasta la apariencia más endemoniada.

Cientos de personas han cubierto las orillas del recorrido para no perderse ninguno de los innumerables detalles con los que los 31 grupos participantes obsequiaban a su paso con su llamativa puesta en escena. Muchos han sido los niños sorprendidos y asustados por los repentinos acercamientos de los protagonistas de estas mascaradas, que en muchos casos con actitud socarrona aprovechan para disfrutar y entretener con el pretexto de unos rituales que fueron creados, entre otros motivos, para pedir la fertilidad.

La tarde soleada y la buena temperatura han sido los acompañantes perfectos para un desfile que ya es una tradición no sólo en Zamora sino también en Lisboa y Braganza y, pronto, en Carnia, al norte de Italia.

El festival continúa en la plaza de Viriato con la muestra de las regiones y mañana con la actuación de Folión de Viana do Bolo en la misma ubicación.

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