San Esteban bendice la vega del Almucera y pide agua para los campos

Los devotos del patrón de Brime de Urz procesionan la imagen desde la iglesia hasta su sede en la ermita, que se alza en la colina que lleva su nombre

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FOTO: Benavente Digital
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Devoción y tradición se fusionaron este mediodía en la fiesta del patrón en Brime de Urz. La imagen de San Esteban era procesionada desde la iglesia, donde ha permanecido estos días entre los vecinos, para ser trasladada hasta su sede en la ermita que se alza en la colina de las estribaciones de la mítica Sierra de Carpurias y bautizada con su nombre.

La comitiva procesional vadeaba el arroyo Almucera enfilando el ascenso del cerro por un camino que ha visto variado su trazado, por eso de permitir optimizar el acceso hasta la platea de la cumbre. Atrás en el tiempo ha quedado el elevado sendero, todavía sellado en las rocas como testimonio de la historia. Niños y mayores participan en esta comitiva romera hasta la explanada de la ermita que se alza sobre un antiguo poblado dominando los cuatro puntos cardinales. La llegada de la comitiva a los pies de la mimada espadaña de la ermita es aprovechada por el párroco, Miguel Hernández, para bendecir la campiña y para que el aureolado San Esteban interceda pidiendo agua no sólo para la fértil vega del Almucera, sino también por extensión a los campos del Valle de Vidriales. Las limpias nubes aprisionando momentáneamente los rayos de sol se hacen testigos de la tradicional ceremonia que sirve, además, como descanso del esfuerzo realizado para ascender la cumbre.

Todo sea por la devoción que los vecinos de Brime de Urz depositan en su patrón. Una devoción manifestada de variadas formas, pero el sentimiento brota a flor de piel sin menoscabar el esfuerzo expresado por algunas devotas que no dudan en ascender descalzas la elevada colina. Sentimientos y devoción se fusionan en una liturgia ya nada común. Incluso cuando la imagen del patrón, en brazos de un devoto cruza las puertas de la ermita, atrae como un potente imán las miradas de todos los asistentes. El silencio domina la campiña, hasta las campanas han dejado de repicar y cesan los sones de la música tradicional revistiendo de solemnidad la cita romera.

Una celebración eucarística en honor al santo patrón viene a realzar este 6 de mayo la jornada festiva en Brime de Urz. El descenso de la colina y regreso hasta el pueblo se hace con la imagen de la Virgen del Rosario, la Señora que ha querido en todo momento acompañar al patrón San Esteban.

Y esta noche se organiza en la plaza del pueblo la verbena con la macrodiscoteca 2.0 hasta altas horas de una madrugada de luna llena. Los más atrevidos repetiran la experiencia de volver a subir la cumbre, en este caso para ver los primeros rayos de sol.

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