Sejas, algo más que un mero campamento de una pequeña localidad

Este pasado fin de semana concluía el campamento número 45 de Sejas de Sanabria. Cada año, un número cercano a los 160 acampados, de entre 8 y 14 años, acuden a este campamento, dividido en los turnos de julio y agosto, con el único objetivo de disfrutar y pasárselo bien. Aunque los padres, además, buscan que vivan nuevas experiencias, que convivan con más niños, que puedan aprender todos de todos y que poco a poco se vayan convirtiendo en grandes personas.

En la edición de este año, no solo ha habido niños de Zamora. Padres que hace años corrieron por las calles de Sejas o jugaron en los campos o en la ermita han llevado a sus hijos para que vivan lo que ellos vivieron anteriormente. Niños procedentes de ciudades tan variadas como Málaga, Madrid u Oviedo muestran que Sejas se ha convertido en algo más que un mero campamento de una pequeña ciudad.

Año tras año la temática cambia y  los juegos varían, se reinventan y evolucionan. Aunque la cacería de los temibles Gamusinos sigue presente para proteger a todos los acampados. Da igual que el tema de julio fuese "la música" y el de agosto "el futuro" porque ambos están englobados dentro de los mismos valores que lleva predicando el coordinador del campamento, Don Paco, desde hace ya tantos años. 

Valores como el respeto, el compañerismo o la solidaridad son el santo y seña de este campamento, que ya ha puesto el punto y seguido para la edición del 2018.