La sequía dejará sin piscinas a los pueblos de Zamora de menos de 2.000 habitantes

El verano de 2026 promete ser mucho más seco… y aburrido. Grupos ecologistas de todo el mundo han impulsado una medida que prohibirá la apertura de piscinas municipales en municipios de menos de 200 habitantes

Imagen de archivo de una piscina
Imagen de archivo de una piscina

La sequía persistente y la presión de asociaciones ecologistas han llevado a la aprobación de una norma casi global que limita la apertura de piscinas en pequeños municipios, bajo el lema: “Menos chapuzones, más agua para todos”.

Según los impulsores, el objetivo es proteger el recurso hídrico y reducir el despilfarro, especialmente en pueblos donde las piscinas municipales suelen estar vacías durante la semana, excepto los domingos y los días de fiestas locales, cuando se producen atascos acuáticos de hasta tres personas por metro cuadrado.

En la provincia de Zamora, donde abundan los municipios con menos de 200 habitantes, la medida tendrá un impacto considerable: decenas de piscinas municipales permanecerán cerradas, dejando a niños, padres y abuelos sin su ritual veraniego de chapuzones, carreras acuáticas y competiciones improvisadas de saltos imposibles.

No más flotadores que pierden aire, ni madres gritando ‘¡que te pongas el bañador!’”, aseguró en tono irónico un portavoz de “El gato al agua”, la asociación que más ha presionado a nivel nacional. “Es por el bien del planeta… y también para que los ayuntamientos ahorren en cloro”, añadieron con un guiño.

Entre las alternativas que se barajan para mitigar la indignación local están las piscinas comarcales, turnos de uso entre pueblos vecinos, o incluso baños simbólicos con cubos de agua reciclada. Los vecinos ya han empezado a bromear sobre chapuzones virtuales en streaming o piscinas inflables escondidas en garajes.

Los efectos secundarios más inesperados podrían incluir: competencias de salto en pozos, clases de natación en charcos municipales y la invención de un nuevo deporte: el “waterless swimming”.

El verano de 2026, concluyen los ecologistas, será histórico, con menos agua en las piscinas pero más imaginación en los pueblos pequeños de Zamora. Y, como dicen en “El gato al agua”: “A falta de piscina, buen chapuzón en la creatividad”.

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