El proyecto piloto consta de una parte de riego por goteo y otra de un sistema de riego por gravedad tecnificada a baja presión, que consiste en unas tuberías enterradas con toma directa en el Canal de Manganeses y dotada de rejillas para retener la suciedad que circule por el canal y evitar obstrucciones. Desde esa toma se distribuye el agua a través de tuberías para los distintos sectores de riego para que cada parcela reciba su suministro.
El objetivo es que “una vez instalado todo el sistema, se pruebe durante dos años para tener los datos no sólo de los caudales anuales sino también de los caudales punta de consumo y así tener toda la información necesaria para ver la viabilidad de este sistema y comprobar el ahorro importante que tiene”, ha detallado Valín.
La mejor dosificación del agua permite el ahorro y, en cuestión de energía, el sistema demanda menos y, además, la que necesita se suministra con paneles solares colocados sobre las casetas de bombeo.
De cara al futuro, Valín ha indicado que se prevén acuerdos con la Consejería de Agricultura y con el Ministerio para extender este sistema a otras zonas, “porque va a permitir modernizar los regadíos con menor coste, aunque también sería muy deseable una concentración parcelaria de cara al futuro que favoreciese la implantación de este sistema”.