Sotillo de Sanabria contará con un nuevo aparcamiento para poder visitar las cascadas

Sotillo de Sanabria contará con un aparcamiento público que permita facilitar la vida a los vecinos y ayude a los visitantes que se acercan a las cascadas tener un lugar donde aparcar.

Esta localidad sanabresa recibe, al año, 15.000 visitantes que se acercan especialmente a las cascadas pero que también visitan el pueblo y este aparcamiento permitirá hacer más fácil la conciliación turística con los vecinos.

Fue el procurador del PSOE por Zamora José Ignacio Martín Benito quien defendió en la Comisión de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de las Cortes Castilla y León que la Proposición no de ley que ha contado con el apoyo de todos los grupos, instando a la Junta de Castilla y León a colaborar con el Ayuntamiento de Cobreros para acondicionar un terreno para estacionamiento de vehículos y otros servicios públicos en Sotillo de Sanabria, publicada en el Boletín Oficial de las Cortes de Castilla y León, nº 19, de 26 de mayo de 2022.

En la iniciativa se señala que las cascadas de Sotillo o "Caidero Calagua" son unos saltos de agua resultado de la caída vertical de los arroyos Pingón y Cabriteño, antes de juntarse y desaguar en la laguna de Sotillo de Sanabria, anejo del ayuntamiento de Cobreros (Zamora). Cascadas y laguna forman parte del Parque Natural del lago de Sanabria y Sierras Segundera y Porto. Son unos de los lugares más visitados de la comarca de Sanabria, por su algo valor medioambiental, así como por formar parte de las rutas de senderismo y del turismo de naturaleza. El camino hacia las cascadas atraviesa uno de los mejores robledales del parque natural.

Para llegar a las cascadas es preciso acceder al pueblo de Sotillo, al que se puede llegar desde La Puebla de Sanabria por la carretera ZA-104 hasta El Puente. Desde aquí sale el desvío para Sotillo, lugar donde termina la carretera y comienza el paseo a pie.

El periodo del año más transitado son los fines de semana, desde principios de primavera hasta finales de verano. El único lugar para dejar el coche es junto a la iglesia o a la entrada del pueblo, un sitio angosto, que obliga a los visitantes a dejar estacionado el vehículo invadiendo fincas particulares, sin orden ni concierto, embotellando el acceso al pueblo.