El Plan de Conservación y Gestión del Lobo en Castilla y León (2016) resulta definitivamente anulado, al consolidar el Auto del Supremo la Sentencia anterior del TSJCyL, por desestimación del Recurso de Casación interpuesto por la Junta.
Hay que recordar que el Decreto 14/2016, por el cual se aprobó el plan, se publicó en el BOCyL el 23 de mayo de 2016. Frente a esa disposición, ASCEL planteó Recurso Contencioso en julio de 2016, lo cual condujo a la sentencia del Tribunal Superior de Castilla y León el pasado 5 de febrero de año 2018. Y frente a esa sentencia, de un modo que ahora se confirma “inadecuado”, la Junta decidió interponer un Recurso de Casación “sin fundamento”, como ahora se lo ha recordado el Auto del Tribunal Supremo.
El Supremo recuerda que si se establecen unos procedimientos, han de ser cumplidos por los administrados y también por las administraciones, incluso cuando las consejerías las dirijan magistrados en excedencia, como este es el caso, desde julio de 2015.
Con el segundo plan de gestión del lobo de 2016 anulado, y mientras, como medida cautelar, está suspendido igualmente el Plan de Aprovechamiento Cinegético del Lobo 2016-2019, a la espera de Sentencia, “que ahora se antoja poco dudosa”, la situación de la Junta de Castilla y León, de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente y de su Consejero “ es insostenible en materia ambiental, y especialmente, en lo que toca a la gestión de esta especie protegida”, señalan desde ASCEL.
“Y es que ya no cabe ninguna duda del fracaso de la política de gestión del lobo. Ya no es posible enmendar una trayectoria trufada de sentencias que anulan los Cupos 2010-2011, los Cupos 2011- 2012, el Plan de gestión de 2016, los Aprovechamientos Comarcales del lobo de las temporadas 2015-16, además de la suspensión cautelar de los Aprovechamientos Comarcales 2016-19. En el fondo, no se puede seguir sosteniendo que una especie protegida pueda ser cazada” afirman desde ASCEL.
En ASCEL creen que “cualquier enmienda, como otras salidas al paso anteriores de la Junta, presumimos que acabará en la misma papelera. En ASCEL, haremos todo lo posible para que la gestión del lobo pase por el respeto de su papel, sin control alguno. Porque, sí alguien piensa que el plan anterior de 2008 y derogado por el ahora plan de gestión anulado, puede parchear la situación, habrá que recordar que dos sentencias del Supremo, en su momento, motivaron el actual, anulando partes cruciales del anterior. O de otro modo, la ‘gestión’ del lobo de la Junta de Castilla y León está en un callejón sin salida”.
“Sólo con el cumplimiento de las leyes europeas, españolas y autonómicas, en favor de la preservación de la biodiversidad, incluyendo aquí al lobo, habrá una salida. De ello podríamos tratar con el siguiente gobierno de la Junta de Castilla y León, convencidos de que estará ausente el señor Juan Carlos Suárez Quiñones y Fernández, de quién ya no nos molestamos en pedir la dimisión o el cese. Le agradecemos los servicios prestados” indician en ASCEL.
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