Provincia

La trama del tramo

La trama del tramo

Tramos de vía rápida enExtremadura, tramos en Salamanca, tramos en la provincia de León y eltramo desde Zamora a la capital charra se iban terminando pero siemprehabía un trecho incómodo de apenas 70 kilómetros en un recorrido de casi800.

Muy atrás quedaba la memoria de Augusta Emérita, lo que hoy se conocecomo Mérida, y de Asturica Augusta, la Astorga (León) de la actualidad,que fueron la envidia del mundo hace 2.000 años, cuando la calzadaromana vertebró con mayúsculas el occidente del mundo conocido.

Plata y ‘al-Balat’

Era la Vía de la Plata,deformación popular y espuria pero comúnmente aceptada de ladenominación andalusí ‘al-Balat’ (camino empedrado) que, con el paso deltiempo, confundió a generaciones y generaciones, convencidas de que esemetal precioso iba y venía frenéticamente por la ruta

Sea como fuere, loshabitantes de Zamora y de Salamanca se alegraron infinitamente cuandoentró en servicio la comunicación por autovía entre las dos capitales yla chispa de la esperanza se avivó cuando, entre dimes y diretes, y conenfrentamientos políticos también achispados, las máquinas y las obrasempezaron a salpicar la provincia zamorana.

Hace varios años,quienes circulaban a diario entre Zamora y Benavente observaron que lacarretera nacional N-630 ya sufría algunas modificaciones, algunas deellas, un tanto estrambóticas, como denunciaban los conductores al vercómo Fomento cerró una larga recta pasado Roales del Pan paraconvertirla en cinco curvas con cierta mala saña y, entretanto, lacrisis económica abría sus fauces con la intención de devorarlo todo.

Pero había avances;lentos para el ciudadano de a pie, pero avances, al fin y al cabo. Seinaugura la Ronda Norte, tan deseada por los zamoranos, con vocación deser a vista de pájaro ese anillo de comunicación entre las vías rápidas,presentes y futuras, y de liberación de parte del tráfico queatravesaba la ciudad.

Proceso farragoso

El Gobierno de España,presidido por José Luis Rodríguez Zapatero, daba cuenta por medio delentonces delegado del Gobierno en Castilla y León, Miguel Alejo, de unasucesión de numerosos matices acerca de los farragosos procesos deredacción de proyectos, licitaciones, elaboraciones de pliegos yadjudicaciones, que el ciudadano de a pie no comprendía muy bienmientras se desplazaba con cuidado por la muy transitada N-630 entreZamora y Benavente.

Los zamoranos seenteraron entonces, por observación directa del medio, de que ‘licitar’una obra es muy parecido a que el Gobierno ‘autorice la licitación’ peroque no es lo mismo.

A esos abstrusosconceptos administrativos se les une el de ‘aprobación de expediente deinformación pública sobre el estudio de viabilidad’ de la A-66, quedebía publicarse algún día, quién sabía si lejano o no, en el BOE comosigno de esperanza.

Muy atrás queda ahora,aparentemente, el largo pulso entre el Partido Popular y el PartidoSocialista, este último, en el Gobierno, cuando se habló de lalicitación “inmediata e inminente” y se dio el espaldarazo al anunciado abombo y platillo ‘primer proyecto’ impulsado en el Plan Extraordinariode Infraestructuras de colaboración público-privada, un conceptolargamente discutido y que suscitaría múltiples reacciones políticas.

El alcalde de Benavente,Saturnino Mañanes, calificaba en esa época de “vergüenza para todo elpaís” que el tramo de marras no estuviera hecho y, en marzo de 2011, seorganiza una marcha a pie en la que participan más de 400 representantesinstitucionales y simpatizantes en pro del término de la vía rápida.

Por su parte, elentonces ministro de Fomento, José Blanco, introducía otra variable queafianzaba la confusión del ciudadano medio al hablar con vehemencia deotra infraestructura muy esperada y asegurar que el Tren de AltaVelocidad llegaría a Zamora a finales de 2012.

Cruce de cifras

Las elecciones enciernes acentuaron el cruce de datos, cifras, declaraciones, consignas yvocablos técnicos que terminaron por desviar una atención ya dispersapor parte del público.

Tres meses después deque el Partido Popular se impusiera por mayoría absoluta en laselecciones generales anticipadas de 2011, la nueva ministra de Fomento,la zamorana Ana Pastor, afirmaba que las obras del tramo de autovíaentre Zamora y Benavente comenzarían “de forma inmediata” y el nuevodelegado del Gobierno en Castilla y León, Ramiro Ruiz Medrano, aludíamisteriosamente a las “buenas noticias” sobre la A-66.

Un mes después, en marzode 2012, el Ministerio de Fomento adjudicó en casi 1.000 millones deeuros la construcción del tramo de 49 kilómetros Benavente-Zamora de laA-66 al grupo de empresas compuesto por Cintra, Acciona y Meridian. Elpresupuesto de adjudicación también había provocado intensas reaccionespor ser mucho más elevado en un principio y que el gobierno salienteapurase el final de la legislatura para adoptar ciertas decisioneslevantó una considerable polvareda política.

Globo sonda

La evolución dellarguísimo camino, casi tan largo como la propia Ruta de la Plata, dejóotros hitos en forma de globos sonda, como el lanzado desde variosfrentes hace escasos meses, comenzando por el Gobierno de España, sobrela posibilidad de cobrar “peajes blandos” en autovías ya pagadas portodos los españoles, con vistas a hacer sostenible su mantenimiento.

Era un modo de hacer vercon tales filtraciones que las infraestructuras son sumamente costosas,que no se puede dar nada por sentado y que, como diría Heráclito deÉfeso, ‘todo fluye, todo cambia, nada permanece’. El consejero deFomento y Medio Ambiente, Antonio Silván, y el delegado del Gobierno,Ramiro Ruiz Medrano, apagaron el fuego autonómico antes de que sepropagara y este último aseguró que no se contemplaba tal posibilidadpara la A-66.

Con tantosacontecimientos y una trastienda política mucho más grande que elespacio destinado a la atención al público, llega el momento delpragmatismo: La Autovía de la Plata quedará cerrada, año arriba, añoabajo.

Si los expedientesdurmieron durante tantos años el sueño de los justos, tampoco seránecesario poner el grito en el cielo por no acertar con los plazos, comoha ocurrido constantemente y de manera sistemática durante los últimoscuatro años, tanto con representantes institucionales del PSOE como delPP, que se aventuraron al determinar fechas, azuzados por lasinsistentes preguntas de los periodistas.

Siete provincias decuatro comunidades autónomas quedarán definitivamente hiladas por laAutovía de la Plata. Desde la avenida Sanz Crespo de Gijón, pasando porOviedo y Mieres, en Asturias; León, Benavente, Zamora, Salamanca yBéjar, en Castilla y León; Plasencia, Cáceres, Mérida y Zafra, enExtremadura, y hasta llegar al Puerto de Sevilla, en Andalucía, unidaspor la A-66, con el permiso del tramo entre Campomanes y León y esepellizco que le hace la autopista Ruta de la Plata AP-66.

La primera piedra de lasobras de este tramo, con la presencia prevista del secretario de Estadode Infraestructuras, Transporte y Vivienda, Rafael Catalá, se coloca alas 17.30 horas en un punto cercano a Granja de Moreruela, lugarespecial para los caminantes, donde se bifurca el Camino de Santiago conla posibilidad de seguir el cordel sanabrés.

El tramo es el último. Zamora, la penúltima. En el orden alfabético.

¿Quieres hacer un comentario?