Turismo sostenible en Zamora: estas son cuatro rutas imprescindibles por la provincia
Los visitantes podrán disfrutar del valor paisajístico y biológico de la provincia en rutas señalizadas
La provincia de Zamora es uno de los grandes atractivos turísticos de este país, con multitud de rincones emblemáticos, tanto por su riqueza natural, como por su patrimonio histórico y cultural. Es por ello que desde Activa Estudio de Turismo Sostenible, y de la mano del Patronato de Turismo de la Diputación de Zamora se han presentado cuatro rutas señalizadas por diferentes entornos de la provincia para poder conocer de primera mano la enorme riqueza de Zamora y sus parajes.
Ruta al Corralviejo (Ferreruela de Tábara)
La Ruta al Corralviejo recorre el entorno natural de Ferreruela, en Tierra de Tábara en los aledaños de la Sierra de la Culebra. Destacan las variadas agrupaciones de chopos, álamos, fresnos, olmos, encinas, así como la vegetación de ribera e incluso castaños que culminan el paisaje con zonas de corta de leña, prados y cortinas. Es una gran zona micológica reputada por sus boletus edulis, entre otros. Los rastros y los frecuentes avistamientos de fauna menor y corzos, jabalíes, ciervos e incluso del huidizo lobo engrandecen la experiencia.
Un paraíso natural entre arroyos, enriquecido por las construcciones pastoriles, la ermita de la Vera Cruz, el yacimiento de piedra ornamental, el área recreativa, una buena agrupación de corralas típicas y numerosas muestras de tradición y pastoreo.
La gastronomía local es sinónimo de calidad, las setas y las carnes de esta región gozan de reconocidas marcas de garantía.
Camino de Moratones (Escober de Tábara)
Esta ruta circular de unos 12 km con comienzo y final en la localidad de Escober de Tábara, trascurre por senderos locales a través del Arroyo de Moratones y la Sierra de la Culebra. El visitante podrá disfrutar de un entorno natural idílico, formado por el espectacular contraste entre el tapiz vegetal de amplias praderas con bosques de fresnos y robles, alcornoques y encinas, y la vegetación de matorral bajo situada en las partes más altas de la Sierra. Así mismo, en la localidad y a lo largo de la ruta se pueden apreciar algunos elementos característicos de la arquitectura local: pontones, casas de adobe y piedra, fuentes, molino tradicional etc. Otro de los elementos singulares que el visitante puede visitar en la ruta es “El Castro”, de importante valor arqueológico y panorámico, situado en una cumbre de la Sierra.
El Aguilón y los Pladicos (Sesnández de Tábara)
La Ruta El Aguilón y los Pladicos, alrededor del municipio de Sesnández de Tábara, discurre por senderos locales de gran riqueza natural y paisajística. Los visitantes partirán de la escuela para recorrer la ribera del Arroyo Moratones y los rodeará una preciosa pradera con plantas aromáticas, robles milenarios y grupos de encinas, con el teso “El Tesico” a la izquierda, cubierto de matorral bajo. Pontoneras, fuentes, pozas, norias, abrevaderos y la belleza de “La Milana” . enriquecen la ruta hasta el teso del “Aguilón” y sus corralas. Se continúa por las Llamas y sus pozas. Rodeados de jaras, brezo y encinas, se desemboca en las corralas de los Pladicos, mirador natural del valle. Por el encinar ”La Cañada”, “El Camino de Tábara” y “El Rebollar”, se llega a “La Fontanina“, con una fuente natural con poza de riego y fantásticos ejemplares de robles milenarios. El regreso, entre pradera, roble y carrasco, pasa por el Área Recreativa "Las Fuentes" con su fuente, barbacoa y dos pozas, restauradas en piedra.
Paseo Valzarroso (San Vitero)
San Vitero está situado al oeste de Zamora, en la comarca de Aliste y cerca de la raya de Portugal, en plena Reserva de la Biosfera “Meseta Ibérica”. Poblado desde la época prerromana, está integrado por las pedanías de El Poyo, San Cristóbal de Aliste, San Juan del Rebollar y Villarino de Cebal.
Con la ribera del Arroyo Valzarraoso o Valzarragoso como motivo para disfrutar de este paraíso natural, val (valle) y zarrioso (lleno de zarria/barro), la ruta discurre por caminos, pistas y sendas, todos ciclables. Desde los emblemáticos Castaños del Labayo, paraje vecinal de descanso y sombra, se llega a los quiñones o zonas comunales de la Terrezuela y Las Llagonas. Continúa entre variedad de pinares y rebollares, la Urrieta de la Fragua, el Valle de las Pilicas hasta llegar al pueblo, pasando por los Barreiros Blancos, antaño utilizados para pintar las casas.
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