UGT advierte: "O se trabaja de forma inmediata por el sector azucarero o habrá que lamentar” el cierre de Toro

El sindicato señala que se han perdido más de 2.000 empleos directos en los últimos 25 años en Castilla y León en la industria remolachera, con alrededor de 20.000 indirectos

UGT analiza la crisis en la que se encuentra el sector azucarero en Castilla y León. ICAL
UGT analiza la crisis en la que se encuentra el sector azucarero en Castilla y León. ICAL | Eduardo Margareto

La Unión General de Trabajadores (UGT) ha advertido que o “se trabaja de forma inmediata y conjunta” por el sector azucarero o “habrá que lamentar” más cierres de molturadoras de remolacha que se sumen al reciente de La Bañeza (León), y puso el foco, concretamente, en la planta de Toro (Zamora), la única que posee en la Comunidad actualmente AB Azucarera.

Así lo trasladaron el secretario general de UGT en Castilla y León, Óscar Lobo, y la secretaria general de UGT FICA CyL, Sandra Vega, quienes anunciaron un plan para “aunar” los intereses de los trabajadores de la industria y de los agricultores, junto a la Administración autonómica, nacional y comunitaria, los sindicatos más representativos del sector y las organizaciones profesionales agrarias para “garantizar” la continuidad del cultivo de la remolacha en la Comunidad, con siembras que “sean atractivas” y puedan contribuir a mantener el tejido productivo de un sector estratégico.

En esta idea, reivindicaron que “se trabaje ya con anticipación”, motivo por el que este miércoles remitieron una carta a la consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, María González Corral, para que “de forma inmediata se cree un ámbito de trabajo en común” y no estar sujetos a vaivenes del mercado ni contingencias procedentes de Europa. “Necesitamos que en Castilla y León se defienda este sector tan importante”, incidió.

En los últimos 25 años se han perdido más de 2.000 empleos directos en la industria remolachera, desde los cierres de las plantas de Veguellina de Órbigo (León) y Venta de Baños (Palencia), a los que se suman los 193 de la última reestructuración en La Bañeza, según explicó Vega. El drama es mayor con alrededor de 20.000 empleos indirectos perdidos, dado que estudios de la UE constatan que por cada empleo directo se generan diez indirectos.

Una situación agravada este año con el cese de molturación en Miranda de Ebro y Jerez de la Frontera, destinadas solo al refinado. En la UE se han producido cierres desde 2017, “justo cuando se eliminó el sistema de cuotas”.

Óscar Lobo recordó que la Comunidad “juega un papel fundamental en la agroalimentación”, y que en una campaña con “buenas expectativas”, el mensaje es “no dormirse en los laureles”. “Se ha perdido tejido productivo, lo que golpea doblemente al medio rural”, advirtió.

Actualmente se contabilizan 1.100 trabajadores directos en las plantas, y 11.000 indirectos, por lo que “la importancia es doble”. “Hay que garantizar el cultivo; si no se cultiva, las plantas están condenadas al cierre”, advirtió Vega.

Castilla y León, en ventaja

Lobo consideró que la agricultura de la Comunidad “está en ventaja” respecto a otras, gracias a un sector tecnificado, a los regadíos modernos y a profesionales cualificados. “Ahora hay ánimo por parte del agricultor, pero hay que empujar”, afirmó.

Por su parte, Vega pidió medidas para evitar que se degrade un sector “estratégico”, que da vida al medio rural y que ha sido golpeado por reestructuraciones, la liberalización del mercado y el aumento de costes. Apostó por “atraer empresas” que vengan a molturar y “no solo a refinar”, en una Comunidad que produce más del 80 % del azúcar español.

Pidió a la Junta “más ayudas” para hacer el cultivo más atractivo y recordó el compromiso del presidente Fernández Mañueco cuando cerró La Bañeza. “Ahora es el momento”, insistió.

Vega alertó: “Si Castilla y León deja de sembrar remolacha, dependeremos por completo de otros países. Es un oligopolio y nos arriesgamos a desabastecimiento y aumento de costes”.

Sector en caída

El sector acumula años de descenso. El precio del azúcar blanco pasó de 500-600 €/t en 2010 a 400-450 en 2015; subió a 800-900 en 2023; volvió a 650-700 en 2024 y ronda 590-610 €/t actualmente.

El precio recibido por los agricultores era de 35-40 €/t en 2010-2011; subió a 55-61 en 2023-2024; y a 60-70 en la última campaña. Sin embargo, baja de nuevo a 45 €/t en 2025-2026.

Los costes de producción han pasado de 2.500 €/ha en 2010-2011 a 4.100-4.400 €/ha en 2024-2025 en regadío, por efecto de la inflación y el alza de insumos. La superficie cultivada cayó de 56.000 hectáreas en 2010 a 30.000 actuales.

Las razones: caída del precio internacional del azúcar y una oferta de la industria “insuficiente”. La UE ha perdido desde 2023 más de 200.000 hectáreas, y España ha pasado de 25 fábricas a solo dos en la actualidad: Olmedo y Toro, además de las refinadoras.

stats