UGT llama a la movilización y pide apoyo internacional para frenar el cierre de la Azucarera que amenaza empleos en Zamora

La amenaza de cierre de la planta de Azucarera en La Bañeza ha encendido las alarmas sindicales. UGT FICA ha declarado su “rechazo frontal” al cese de la actividad en esta fábrica, y ha anunciado movilizaciones en defensa del empleo en las provincias afectadas, especialmente en Zamora, donde también peligran puestos de trabajo vinculados a la cadena productiva azucarera.

En una reunión mantenida por videoconferencia, los líderes de UGT FICA —entre ellos Sandra Vega, Gorka López, Sebastián Serena y Juan Carlos G. Serrano— han abordado la situación junto a representantes sindicales de las provincias afectadas y con el secretario general de la sección sindical de Azucarera, trabajador en la propia planta de La Bañeza.

Durante el encuentro se ha informado sobre la asamblea celebrada hoy en la planta y se ha anunciado la convocatoria de una reunión de todas las secciones sindicales del comité intercentros el próximo 3 de junio, así como la apertura de la comisión negociadora el día 5.

Movilizaciones y presión internacional

“Estas plantas son totalmente viables y no hay justificación alguna para cerrar ni destruir un solo empleo en Castilla y León”, ha subrayado el sindicato. Por ello, UGT FICA propondrá en la reunión del día 3 un calendario de movilizaciones como medida de presión para revertir la decisión de Azucarera.

Además, el sindicato ha solicitado el respaldo de la EFFAT (Federación Europea de Sindicatos de Alimentación, Agricultura y Turismo), a la que pertenece UGT, con el objetivo de internacionalizar la lucha sindical y aumentar la presión sobre la compañía.

Zamora, también en la cuerda floja

El cierre de la planta de La Bañeza no solo pone en riesgo empleos directos en León, sino que impactaría de forma directa en trabajadores del sector agroalimentario de Zamora, donde el cultivo de remolacha y la actividad industrial vinculada a Azucarera forman parte esencial de la economía local.

La preocupación es creciente en las zonas rurales, donde estas instalaciones representan una fuente de empleo estable y estratégica. Desde UGT FICA insisten en que “la desindustrialización del medio rural es una línea roja” y llaman a todas las administraciones y a la sociedad a defender la continuidad de estas plantas.