Así es la vida de Cecilio Lera en prisión: integrado en un módulo de respeto

El que fuera alcalde de Castroverde de Campos, Cecilio Lera, afronta sus días en prisión después de ingresar el pasado 24 de abril acusado de un delito de amenazas, causa a la espera de juicio y que nada tiene que ver con la que en el mismo mes de abril quedo vista para sentencia.

La defensa de Lera y la fiscalía llegaron a un acuerdo en el que se rebaja la pena inicial de prisión de 12 años considerablemente y que queda en dos años de prisión por inducción a la prostitución a menor de 16 años (la menor tenía 14), un año de prisión por abuso sexual a menor de 16 años y otra pena de prisión de un año por inducción a la prostitución a una menor mayor de 16 años.

Un acuerdo y una rebaja de penas que, a espera de juicio por la causa que actualmente tiene pendiente, podría dar paso a la suspensión de la misma puesto que ninguna de ellas supera los dos años y el resto de causas pendientes son posteriores a los hechos ya juzgados. 

Lera, al que se le aplicó un importante atenuante como es el hecho de su adicción a las bebidas alcohólicas, está integrado en un módulo de respeto de la cárcel de Topas. 

Un régimen en el que a los presos no se les cierra las celdas durante el día y cuya organización y funcionamiento dependen únicamente de los reclusos con el objetivo de facilitar la consecución de los objetivos que la institución penitenciaria tiene asignada, la rehabilitación y reinserción social.

''Entran, salen, van a talleres, algunos trabajan en algún servicio de otros módulos, se gestionan las comidas...están todo el día entretenidos'', apuntan fuentes cercanas a este medio de comunicación, quienes aseguran el buen ánimo de un Cecilio Lera que pasa gran parte del tiempo en la biblioteca jugando al Trivial con otros presos e incluso bromea sobre las semejanzas y diferencias de la vida política y la del recluso con los funcionarios del centro.