A lo largo de la historia ha habido delincuentes que han convertido los robos casi en una especie de 'arte', con cuidadas técnicas perfeccionadas durante años para obtener ilegalmente lo que no les pertenece. Lo que ha sucedido en Toro no puede estar más lejos. El dueño de un restaurante de esta localidad, harto de los latrocinios sufridos en su terraza durante un tiempo en el que le sustraían gran parte de su decoración cada vez que la ponía, decidió instalar cámaras de seguridad para pillar al ladrón con las manos en la masa o, como ha sido en este caso, con las manos en la tierra. La grabación ha captado el momento en el que el descuidero, después de un buen rato acechando y merodeando por la zona, se abalanzó sobre las jardineras en las que este hostelero tenía unas plantas de laurel que arranca sin ningún cuidado y se guarda en una bolsa que llevaba consigo.
Tras los robos de mesas, sillas y hasta sombrillas, este hostelero pergeñó esta idea para poder acercarse al culpable. Un culpable que, por otra parte, está prácticamente seguro de que se trata de un cliente más o menos habitual. "Ya me dijeron un día que me iban a robar una sombrilla y me la robaron", recordaba. El dueño del local, que no ha interpuesto denuncia, lanzaba como mensaje al sospechoso "que me lo pida, que es tan sencillo como eso, que me lo pida pero que no me haga destrozos".
Este caso ha llegado a oídos de la televisión nacional, en concreto, Antena3, que se ha desplazado hasta Toro para entrevistarse con Álvaro, el hostelero víctima de este particular pillaje.
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