"Menudo olor hay en el pueblo". Esa es la lapidaria aseveración de algunos vecinos de Vegalatrave que han visto incrédulos la 'desaparición' del agua del embalse de Ricobayo, lo que ha dejado al descubierto los sedimentos acumulados bajo el agua. Esa podredumbre es la que ha alterado la tranquilidad de los habitantes del municipio que no solo desconocen la razón del vaciado, sino que ni siquiera fueron informados de ello.
El barro, las algas y todo tipo de restos naturales han emergido forzosamente a la superficie para, al contacto con el sol y con el aire, ser pasto de la putrefacción y generar un irrespirable aire que continúa perturbando a un vecindario que, indignado, también sufre las consecuencias de verse sin agua en una de las reservas hídricas más importantes de la provincia.
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