Zamora levanta el Mayo: originalidad por bandera para cumplir con una tradición que se alza como un estandarte de la lucha contra el tiempo
Los pueblos de la provincia colocan los Mayos, cumpliendo un año más con una de las tradiciones más especiales y curiosas
Llega el mes de mayo y, con él, la provincia de Zamora alza hacia el cielo sus emblemas de tradición. El Mayo se ha levantado en multitud de pueblos a lo largo y ancho de la provincia, esas figuras de trapo que pregonan la fecundidad de la primavera y que se instalan en las distintas localidades. Son muchos años los que avalan la colocación del Mayo como una de las tradiciones más especiales de la primavera en la provincia de Zamora, y los pueblos no se resignan a que, como tantas otras cosas, caigan presa del olvido, fruto de la inmisericorde y mordaz caricia del paso del tiempo.
Con la originalidad por bandera, estas variopintas figuras representan, desde la sátira en muchas ocasiones, ciertas cuestiones de actualidad, como ha sido el caso de la localidad de Otero de Bodas, que a través de un vídeo en sus redes sociales presentaban al 'Trumpini Arancellini', al que no le hace falta una descripción extraordinariamente sesuda para saber a qué y quién se refiere.
No obstante, Otero no ha sido el único pueblo que se ha acordado de este peculiar dirigente político del 'País de la Libertad'. Sesnández también le ha dedicado su Mayo a esta persona y sus aranceles.
Santa Croya de Tera es otro pueblo que no se resigna a perder la tradición a pesar de no tener Quintos que levanten el Mayo, y en esta localidad junto al río Tera, la figura ha vuelto a alzarse hacia el cielo en la entrada del pueblo, justo encima del letrero indicativo para los peregrinos que discurran por el pueblo como parte del camino mozárabe-sanabrés.
Otro pueblo que ha convertido un año más la puesta del Mayo en una gran festividad ha sido Morales del Vino. Numerosos jóvenes han celebrado los Quintos con el levantamiento del Mayo, todo ello irrigado con bebidas y aderezado con música para mantener la tradición más viva que nunca.
En Fuente Encalada, ha sido la Asociación Raíces la que celebró este jueves la tradicional puesta del Mayo, caracterizando una boda, sumándole un cariz aún más tradicional con la colocación de un yugo que una a los contrayentes. Además, después de la colocación del mayo, todos los vecinos disfrutaron de una parrillada popular en un acto sin igual de hermanamiento y vecindad entre todos aquellos que quieren mantener viva la llama de la ilusión y la esperanza en los pueblos de Zamora.
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Más allá de lo que cada Mayo quiera representar con mayor o menor mordacidad o sátira, existe un denominador común en todos ellos. Y este no es sino que, independientemente de los años que pasen, que la población de los pueblos esté cada vez más envejecida y que la Zamora rural tenga que seguir remando a contracorriente con el paso del tiempo, estos Mayos cada año se alzan hacia el cielo como un estandarte de tradición, de lucha contra el tiempo y de un sentir unánime en la provincia de que ninguna tradición morirá mientras haya quien luche para mantenerlas vivas.
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